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Una nueva encuesta sobre los republicanos revela la probabilidad de que haya otro 6 de enero

Un nuevo informe El informe del World Justice Project, un grupo internacional que evalúa el estado de derecho en diferentes países, incluye algunos hallazgos sorprendentes con respecto a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024.

Casi la mitad de los encuestados republicanos, el 46 por ciento, “dijo que no aceptaría como legítimos los resultados electorales si ganara el candidato del otro partido”. Además, el 14,2 por ciento dijo que “tomaría medidas para anular los resultados electorales”, aunque “el tipo de medidas, legales o ilegales, no se especificó en la pregunta de la encuesta”.

Las cifras fueron más bajas para los demócratas: el 27 por ciento dijo que no aceptaría los resultados de las elecciones si ganara el candidato del otro partido, y el 10,6 por ciento dijo que tomaría medidas para revocarlos.

Los encuestados republicanos expresaron una confianza considerablemente menor que los demócratas en los procesos, los resultados y las autoridades electorales. No tenían confianza, por ejemplo, en la fiabilidad de los funcionarios electorales ni en la legitimidad del recuento de votos. En algunas cuestiones electorales, en concreto el derecho al voto, las preocupaciones de los encuestados demócratas tendían a superar a las de los republicanos.

En general, el informe, para el que se entrevistó a 1.046 hogares estadounidenses poco más de un mes antes de que Joe Biden se retirara de la carrera presidencial, concluyó que alrededor de un tercio de los encuestados no aceptaría la legitimidad de los resultados de las próximas elecciones si su candidato perdiera. Al comentar el informe, la directora ejecutiva del World Justice Project, Elizabeth Andersen, dijo a EE.UU. hoy que los resultados de la encuesta parecen “una receta para un posible conflicto después de las elecciones”.

De hecho, los hallazgos sobre la falta de voluntad de los republicanos para aceptar los resultados de las elecciones de 2024, en particular, evocan recuerdos sombríos de los esfuerzos de Trump por anular las últimas elecciones, que culminaron en la violencia del 6 de enero. Y no son sorprendentes, dadas las constantes afirmaciones de Trump a sus partidarios, en Este ciclo electoral y a lo largo de su carrera política, esa derrota electoral sólo es posible en caso de juego sucio por parte de sus oponentes políticos.