El viernes, los residentes de Rodanthe, en los Outer Banks de Carolina del Norte, fueron testigos de otro evento desafortunado, aunque cada vez más común: una casa derrumbándose en el océano.
La combinación de mareas altas y olas del huracán Ernesto, que se encontraba a cientos de millas de distancia, contribuyó al último derrumbe que tuvo lugar en la isla Hatteras en Rodanthe. Según los informes, no había nadie dentro de la casa en ese momento.
Según el Servicio de Parques Nacionales, en los últimos cuatro años, Rodanthe, una comunidad de aproximadamente 184 residentes, ha perdido siete casas debido al mar. Gran parte de esa pérdida puede atribuirse al cambio climático, según el New York Times.
Las autoridades advierten que más viviendas corren peligro a medida que Ernesto continúa afectando la Costa Este, aunque no se espera que la tormenta toque tierra en Estados Unidos. El Centro Nacional de Huracanes advirtió que Ernesto traerá corrientes de resaca potencialmente “mortales” y fuertes olas a lo largo de la Costa Este, particularmente en Carolina del Norte y Carolina del Sur, durante los próximos días.
Aquí hay algunas fotografías de las consecuencias del derrumbe de la casa del viernes, así como imágenes de la erosión de la costa de Rodanthe a lo largo de los años.