BERLÍN (AP) — Dos elecciones estatales en el este de Alemania el domingo ofrecen al partido ultraderechista Alternativa para Alemania la oportunidad de convertirse en el partido más robusto por primera vez y podrían producir resultados dolorosos para el impopular gobierno franquista. Un nuevo partido fundado por un destacado izquierdista asimismo demora tener un impacto inmediato.
En Sajonia están habilitados para elegir unos 3,3 millones de personas y en Turingia casi 1,7 millones. En Berlín se observan con nerviosismo las elecciones del domingo: los tres partidos de la coalición de gobierno del canciller Olaf Scholz ya eran débiles allí, pero corren el peligro de caer por debajo del comienzo del 5% de apoyo necesario para permanecer en las legislaturas de los estados federados.
El 22 de septiembre se celebrarán unas terceras elecciones en otro estado del este, Brandeburgo, actualmente gobernado por los socialdemócratas de centroizquierda de Scholz. Las próximas elecciones nacionales de Alemania se celebrarán internamente de poco más de un año.
Alice Weidel, colíder franquista del partido antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD), ha descrito las votaciones del domingo como “un hito importante para las elecciones parlamentarias nacionales del año próximo”. El partido consiguió sus primeros puestos de corregidor y de gobierno provincial el año pasado, y ahora dice que asimismo quiere regentar a nivel estatal.
Pero como las encuestas sitúan a AfD en torno al 30% de apoyo en los dos estados, lo más probable es que necesite un socio de coalición para regentar, y es muy improbable que cierto más acepte llevarlo al poder. Aun así, su fuerza podría dificultar enormemente la formación de nuevos gobiernos estatales.
La AfD es más robusto en el este, que antiguamente era comunista, y la agencia de inteligencia franquista tiene bajo vigilancia oficial a las filiales del partido en Sajonia y Turingia, considerándolas grupos de “extrema derecha comprobada”. Su líder en Turingia, Björn Höcke, ha sido condenado por utilizar deliberadamente un eslogan fascista en actos políticos, pero ha presentado un solicitud.
El principal partido conservador de concurso de Alemania demora permanecer a guión a la AfD en Sajonia y Turingia a posteriori de cobrar las elecciones al Parlamento Europeo en junio.
La Unión Demócrata Cristiana (CDU) ha gobernado Sajonia desde la reunificación alemana en 1990 y confía en que el director en control Michael Kretschmer la impulse a exceder a la AfD. En Turingia, las encuestas muestran que va por detrás de la AfD, pero el candidato Mario Voigt demora formar una coalición de gobierno.
Dependiendo del mal desempeño de los partidos en el gobierno franquista, la situación podría ser muy complicada. Dos de esos partidos, los socialdemócratas de Scholz y los ecologistas Verdes, son los socios menores en los gobiernos salientes de los dos estados.
La política en Turingia es particularmente complicada porque el Partido de Izquierda del director Bodo Ramelow ha caído en la insignificancia electoral a nivel franquista. Sahra Wagenknecht, una de sus figuras más conocidas desde hace tiempo, se fue el año pasado para formar un nuevo partido -la Alianza Sahra Wagenknecht o BSW- que ahora lo supera en resultados.
La CDU lleva mucho tiempo negándose a colaborar con el Partido de Izquierda, descendiente de los comunistas gobernantes de Alemania del Este. No ha descartado trabajar con el BSW de Wagenknecht, pero esa no sería una combinación obvia.
Los altos índices de popularidad de AfD y BSW se han gastado alimentados por el descontento con un gobierno franquista conocido por sus luchas internas. Uno y otro partidos son más fuertes en el este, menos próspero.
La AfD ha diligente el robusto sentimiento antiinmigratorio que hay en la región. Queda por ver si el ataque con cuchillo ocurrido la semana pasada en la ciudad occidental de Solingen, en el que se acusa a un supuesto extremista sirio de matar a tres personas, y que llevó al gobierno a anunciar nuevas restricciones a los cuchillos y nuevas medidas para solucionar las deportaciones, afectará a las elecciones del domingo.
El BSW de Wagenknecht combina una política económica de izquierdas con una memorándum escéptica en materia de inmigración. La CDU asimismo ha aumentado la presión sobre el gobierno franquista para que adopte una postura más dura en materia de inmigración.
La postura de Alemania respecto de la pugna de Rusia en Ucrania asimismo es un problema. Berlín es el segundo maduro proveedor de armas de Ucrania a posteriori de Estados Unidos; tanto AfD como BSW se oponen a esos envíos de armas. Wagenknecht asimismo ha criticado una fresco intrepidez del gobierno teutón y de Estados Unidos de comenzar a desplegar misiles de amplio trascendencia en Alemania en 2026.