(Reuters) – Ucrania expresó el lunes su decepción por las acusaciones del primer ministro prorruso de Eslovaquia de que Kiev debería tomar medidas para eliminar de sus filas militares a lo que describió como elementos fascistas dentro del ejército ucraniano.
La apelación de Fico reflejó los argumentos rusos en su guerra contra Ucrania, incluida la afirmación del Kremlin de que su invasión de 2022 buscaba “desnazificar” a su vecino más pequeño.
CITAS CLAVE
Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania:
“En Kiev existe una profunda decepción por las declaraciones del primer ministro eslovaco, Robert Fico, dirigidas a los militares ucranianos, que contradicen el actual nivel de confianza y cooperación entre Ucrania y Eslovaquia”.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico:
“Todos hablamos de fascismo, nazismo, y sin embargo toleramos tácitamente el hecho de que en Ucrania circulan unidades con una denominación muy clara, vinculadas a movimientos que ahora consideramos peligrosos y prohibidos”.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Rusia se refiere rutinariamente a los líderes de Ucrania como nazis. El presidente Vladimir Putin mencionó la necesidad de librar al país de los nazis desde el primer día de la invasión en febrero de 2022.
La adhesión de Fico a la línea del Kremlin como líder de la OTAN complica las súplicas casi diarias del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, para que la Alianza proporcione armamento de largo alcance y permiso para usarlo en territorio ruso.
Desde el estallido de la guerra, Ucrania ha presionado para unirse a la Unión Europea y a la OTAN, pero Fico y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, se han opuesto a un consenso sobre esos esfuerzos.
CONTEXTO:
Rusia ha criticado al batallón Azov de Ucrania por sus raíces ultranacionalistas que se remontan a su formación para combatir a los separatistas financiados por Rusia en 2014.
Desde entonces, la unidad ha sido reformada e incorporada al ejército, y es venerada en toda Ucrania por su resistencia, particularmente durante el asedio de casi tres meses al puerto de Mariupol.
(Reporte de Ron Popeski, Oleksandr Kozhukhar y Jan Lopatka en Praga; editado por Stephen Coates)