El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está buscando un asiento permanente para un país islámico en el Consejo de Seguridad de la ONU y la membresía de la UE para Turquía. Es poco probable que las demandas se cumplan pronto, pero reflejan una arrogancia renovada para Erdogan a medida que Turquía emerge como un corredor de energía más prominente y el ojo de la OTAN mientras Estados Unidos reconfigura su compromiso con Europa. Beril Akman de Bloomberg informa de Estambul.