Los problemas legales de Donald Trump –o al menos la mayoría de ellos– no lo acompañarán de regreso a la Casa Blanca.
El fiscal especial Jack Smith, que presentó dos casos federales contra el expresidente, propuso el lunes desestimar ambos casos contra el ahora presidente electo.
No por falta de pruebas, Smith tuvo cuidado de enfatizar, sino más bien por una política de larga data del Departamento de Justicia de no acusar ni procesar a un presidente en ejercicio.
“La posición del Gobierno sobre los méritos del procesamiento del acusado no ha cambiado”, dijo.
“Pero las circunstancias sí lo han hecho”, añadió el fiscal en un guiño a la victoria electoral de Trump el 5 de noviembre sobre Kamala Harris.
Smith dejó abierta la posibilidad de que Trump sea juzgado después de que deje el cargo: pidió a la jueza Tanya Chutkan que desestime el caso de interferencia electoral “sin prejuicios”, lo que significa que puede volver a presentarse en algún momento.
Chutkan aceptó la solicitud y señaló que “la inmunidad otorgada a un presidente en ejercicio es temporal y expira cuando deja el cargo”.
“Por supuesto, puede que no haya apetito (para un procesamiento) en 2029, pero esto preserva esa opción”, dijo Barbara McQuade, profesora de derecho en la Universidad de Michigan.
Trump, de 78 años, fue acusado de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020 que perdió ante Joe Biden y de manipular mal documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca.
Un juez designado por Trump en Florida desestimó el caso de documentos clasificados con el argumento de que Smith fue designado ilegalmente.
Smith apeló la decisión de la jueza Aileen Cannon, pero abandonó su apelación el lunes, citando la elección de Trump y la política del Departamento de Justicia.
El caso de interferencia electoral nunca llegó a juicio, ya que los abogados de Trump lo retrasaron en todo momento mientras buscaba la reelección como candidato presidencial republicano.
La Corte Suprema de Estados Unidos finalmente dictaminó en julio que un ex presidente tiene amplia inmunidad procesal por actos cometidos en su capacidad oficial, lo que obligó a Smith a llevar el caso ante un nuevo gran jurado y emitir una nueva acusación.
Como presidente, Trump podría haber hecho desaparecer los dos casos federales y potencialmente podría evitar que se presentaran nuevamente al intentar indultarse a sí mismo de manera preventiva antes de abandonar la Casa Blanca.
Trump prometió durante la campaña electoral despedir a Smith “dentro de los dos segundos” de asumir el cargo.
Trump fue acusado de conspiración para defraudar a Estados Unidos y de conspiración para obstruir un procedimiento oficial: la sesión del Congreso convocada para certificar la victoria de Biden que fue violentamente atacada el 6 de enero de 2021 por una turba de partidarios de Trump.
Trump también fue acusado de intentar privar de sus derechos a los votantes estadounidenses con sus falsas afirmaciones de que ganó las elecciones de 2020.
– Casos estatales –
Trump también enfrenta dos casos estatales: Nueva York y Georgia.
Fue condenado en Nueva York en mayo por 34 cargos de falsificación de registros comerciales para encubrir un pago de dinero a la estrella porno Stormy Daniels en vísperas de las elecciones de 2016 para impedir que revelara un presunto encuentro sexual de 2006.
Estaba previsto que Trump fuera sentenciado en julio, pero sus abogados pidieron que se anulara su condena a la luz del fallo de inmunidad de la Corte Suprema.
Trump debía haber sido sentenciado el martes, pero la semana pasada el juez Juan Merchán pospuso la sentencia indefinidamente.
Trump, el primer expresidente condenado por un delito, enfrenta hasta cuatro años de prisión por cada cargo. Sin embargo, como infractor por primera vez, se consideraba que tenía muchas más probabilidades de recibir una multa y libertad condicional, y eso fue antes de su victoria en la Casa Blanca.
En Georgia, Trump enfrenta cargos de extorsión por sus esfuerzos por subvertir los resultados de 2020 en el estado sureño, pero ese caso probablemente quedará congelado mientras esté en el cargo.
El caso también se ha visto empantanado por acusaciones de irregularidad por parte de la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, quien reconoció haber tenido una relación íntima con el hombre que contrató como fiscal especial.
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