Soy una editora de moda obsesionada con las tiendas tradicionales y he trayecto todas mis tiendas favoritas en sondeo de las piezas que parecen más caras en cuerda en este momento.

Tengo que guarecer poco: por mucho que me encante el boato y la moda de diseño y todo lo que ello conlleva, desde el mes de la moda hasta el estilo de las celebridades, las tiendas físicas son mi pasión. Excepto de alguna que otra importación de boato (y créanme, ha habido unas cuantas), mi cómoda está compuesto en un 75 % por compras de tiendas físicas, y la longevo parte corresponde a tiendas como Mango y Zara.

Aunque mi vestuario puede ser un poco más financiero, quiero transmitir ese aspecto refinado y caro, así que, con el paso de los primaveras, me he convertido en una experta en optar piezas que no solo podrían parecer mucho más caras que su precio, sino que adicionalmente es poco probable que las veas llevarlas otras personas. A posteriori de todo, no hay ausencia peor que impresionar a la oficina o a una boda de verano y encontrar a tres personas con la misma blusa, vestido o simio que tú (una trampa que se vuelve mucho más probable cuando estás comprando en la calle principal).