En 2007, la ciudad de Fresno presentó una demanda contra varias grandes empresas petroleras y químicas alegando que sus productos eran responsables de contaminar pozos de agua con el químico tóxico TCP.
Esta semana, la ciudad anunció que Shell USA, Dow Chemical y otras compañías acordaron resolver la demanda y acreditar colectivamente $230 millones a Fresno, un plazo que se utilizará para lavar o reemplazar pozos de agua contaminados durante los próximos 10 primaveras.
Las partes en la demanda firmaron el acuerdo en octubre y noviembre pasados, que fue anunciado esta semana por el abogado de la ciudad, Andrew Janz. No se dio ninguna explicación sobre por qué la ciudad no anunció el acuerdo hasta el jueves.
La demanda, presentada en San Francisco en marzo de 2007, alegó que las empresas sabían que los pesticidas fumigantes que comercializaban para la agricultura contenían TCP, o 1,2,3-tricloropropano, una sustancia química que “incluso en concentraciones extremadamente bajas… hace que el agua potable no sea apta para su distribución al sabido, plantea amenazas significativas a la salubridad pública y crea un aventura excesivo de cáncer cuando los seres humanos están expuestos”.
Los productos químicos se utilizaban para combatir los nematodos, unos gusanos diminutos que se encuentran en el suelo y que atacan las raíces de las plantas. La demanda alegaba que las empresas no solo no advertían a los usuarios sobre los riesgos de los fumigantes que contenían TCP, sino que además “ocultaban activamente el hecho de que sus productos contenían TCP”.
Un comunicado de la Fiscalía de la Ciudad de Fresno describió el acuerdo de 230 millones de dólares como “el acuerdo más amplio conocido de su tipo en el país por este tipo de demanda ambiental”. El acuerdo establece que la ciudad retirará su demanda por la contaminación en 36 pozos en Fresno. Sin requisa, la ciudad se reserva el derecho de iniciar más acciones legales por pozos adicionales que puedan dejar de cumplir con los estándares de contaminación del TCP en el futuro.
“Este acuerdo histórico ahora garantiza que la ciudad podrá retornar a poner en servicio los pozos contaminados”, dijo Janz en el comunicado.
Shell y Dow han obtuso toda responsabilidad por la contaminación del TCP denunciada en la demanda. Según los términos del acuerdo, la ciudad y las empresas acuerdan que el plazo de 230 millones de dólares “no constituye una admisión de responsabilidad” ni una admisión de que las acusaciones en la demanda sean ciertas.
El acuerdo además incluye a otros acusados nombrados en la demanda de 2007: Occidental Chemical Company, Occidental Chemical Corporation, Occidental Petroleum Corporation, Wilbur-Ellis Company y Nutrien Ag Solutions Inc.
El acuerdo indica que el pasta se pagaría en el interior de los 60 días posteriores a que la ciudad y las empresas químicas firmaran el acuerdo, y a más tardar el 20 de enero de 2024. La administradora de la ciudad, Georgeanne White, firmó el acuerdo el 30 de octubre. Shell USA y Nutrien Ag firmaron el 2 de noviembre, mientras que Wilbur Ellis firmó el 6 de noviembre. Occidental VPs firmó el 10 y el 16 de noviembre, y Dow Chemical fue el postrero en firmar el acuerdo el 29 de noviembre.
La ciudad llegó a un acuerdo separado de 2 millones de dólares en marzo de 2022 con otro imputado, FMC Corporation, dijo Janz.
¿Qué es TCP?
La Unión de Aguas de California describe el TCP como “una sustancia química sintético que se encuentra normalmente en vertederos industriales o de desechos peligrosos (y) que se ha utilizado como disolvente y como agente de pulcritud y desengrasante”. La agencia dijo que la sustancia química además puede resultar de la producción de fumigantes del suelo.
El TCP puede filtrarse a través del suelo hasta el nivel freático, “disolviéndose lentamente y siendo transportado por las aguas subterráneas”, donde se convierte en “un contaminante persistente en las aguas subterráneas”, añadió la agencia. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha clasificado al TCP como un probable agente cancerígeno para los seres humanos.
Entre los género del TCP sobre la salubridad, según las Juntas de Agua de California, se encuentran:
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Irritación y ardor en la piel y los luceros por contacto físico, y “respirar TCP puede irritar la trompa, la tragadero y los pulmones, causar dolores de capital y afectar la concentración, la memoria y la coordinación muscular”.
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Los estudios realizados en animales indicaron que “la exposición prolongada al TCP puede causar daños en el hígado y los riñones, reducción del peso corporal y aumento de la incidencia de tumores en numerosos órganos”.
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“Se ha demostrado que el TCP causa cáncer en animales y el estado de California lo reconoce como carcinógeno humano. A los género de la Ley de Agua Potable Segura y Control de Tóxicos de 1986… el TCP se agregó a la directorio de carcinógenos en 1992”
¿Cómo se utilizará el pasta?
El acuerdo indica que la ciudad utilizará el pasta para instalar sistemas de filtración de carbón activado granular u otro tratamiento consentido por el estado en al menos 23 de los 36 pozos contaminados.
Encima, la ciudad acepta que si desarrolla un pozo de reemplazo en el interior de los 500 pies de un pozo que ha sido dejado adecuado a la contaminación, hará todo lo posible para mover el equipo de tratamiento del pozo antiguo al nuevo pozo si está equipado para el tratamiento TCP.
Ningún de los pozos afectados especificados en el acuerdo se está utilizando para suministrar agua a la ciudad de Fresno; todos están fuera de servicio.
El Unidad de Servicios Públicos de Fresno informa que la ciudad opera en torno a de 260 pozos que extraen agua del subsuelo. Fresno además recibe agua superficial a través de canales, ya sea del charcal Millerton o del embalse Pine Flat, que se tráfico en tres plantas de tratamiento diseñadas para respaldar que el agua cumpla con los estándares de agua potable.
Janz agradeció al equipo admitido de la ciudad encabezado por Mike Axline, del despacho de abogados Miller Axline & Sawyer de Sacramento, por su trabajo en el caso desde que se presentó la demanda. Incluso reconoció al Unidad de Servicios Públicos de la ciudad y a su director Brock Estómago, “quienes fueron fundamentales para alcanzar este acuerdo”.