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En colaboración con el Campo de acción de Equidad de Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental ha ido a la caza de otra empresa estadounidense por “dispositivos para anular las emisiones”. Un vistoso comunicado de prensa ha anunciado que Rudy's Performance Parts, una empresa que estamos seguros de que muchos de nuestros lectores han utilizado, se ha trillado obligada a respaldar 10 millones de dólares por parecido pecado.
La EPA ha sabido la pleito a las modificaciones de automóviles en el mercado de accesorios.
Algunas publicaciones automotrices casi han celebrado esta medida. Nosotros no lo haremos porque hemos estado observando con preocupación cómo la EPA ha dejado de atacar a los grandes fabricantes y revendedores de piezas para advenir a los pequeños talleres y concesionarios especializados en vehículos de suspensión rendimiento. Lo que viene a continuación son los entusiastas particulares en sus hogares.
Lo que mucha muchedumbre parece no entender es que el Congreso nunca ha definido claramente qué constituye un “dispositivo de desactivación de emisiones”, por lo que la EPA tiene vía dispensado para cambiar su propia definición a su antojo. Esta destreza la llevan a término otros reguladores federales, lo que hace que el cumplimiento por parte de empresas y particulares sea más complicado y esté plagado de obstáculos.
Lo que nos lleva al ulterior punto: la muchedumbre que dice que si no estás haciendo nadie malo, no tienes de qué preocuparte. Bueno, es probable que cometan delitos con regularidad y no sean conscientes de ello, pero esa misma muchedumbre es la primera en desprender piedras a cualquiera que los federales saquen a la calle para humillarlo públicamente.
Eso nos lleva a la cruda efectividad de que es probable que no esté muy allá de que los agentes armados de la EPA visiten a las personas, que solo están tratando de sostener el ventilación expedito. Si perfectamente la contaminación no es poco que celebremos, usarla como pretexto para aplastar a las empresas estadounidenses y perseguir a los ciudadanos privados por “dispositivos para anular las emisiones” parece desigual.
Al fin y al término, ¿por qué la EPA no investiga la contaminación generada por la producción de vehículos eléctricos? La respuesta es obvia: conveniencia política. No se tráfico de combatir la contaminación, sino de poder y control.
Simplemente recuerde eso cuando los amables agentes de la EPA vestidos con equipo táctico desciendan a su casa por usar lo que ellos han decidido que actualmente constituye un “dispositivo de desactivación de emisiones”.
Imagen vía EPA/YouTube
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