TODENDORF, Alemania (Reuters) – Alemania no aflojará su apoyo militar a Ucrania, dijo el miércoles el canciller Olaf Scholz, tratando de disipar los temores de que Berlín pueda decepcionar a Kiev en medio de una restricción presupuestaria interna e informes de los medios de comunicación sobre un congelamiento de la nueva ayuda militar alemana.
“El apoyo de Alemania a Ucrania no cesará. Hemos tomado medidas, cerrado acuerdos (en materia de defensa) y conseguido la financiación a tiempo para que Ucrania pueda seguir contando con nosotros en el futuro”, afirmó Scholz.
Las acciones de defensa europeas cayeron a mediados de agosto después de que el periódico Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung (FAS) dijera que el Ministerio de Finanzas alemán no aprobaría solicitudes adicionales de ayuda militar a Ucrania debido a restricciones presupuestarias.
Un portavoz del gobierno alemán calificó más tarde ese informe de “incorrecto” y reiteró el apoyo de Berlín a Ucrania “durante el tiempo que sea necesario”.
Scholz habló en una base militar cerca de la ciudad norteña de Todendorf, donde se declaró operativo el primer sistema de defensa aérea de mediano alcance IRIS-T SLM de Alemania.
Incluso antes de que la Luftwaffe recibiera su primera unidad, Alemania financió varios sistemas SLM IRIS-T para Ucrania, donde se utilizan principalmente para proteger a Kiev contra ataques con misiles rusos, lo que la convierte en una de las donaciones de armas occidentales más codiciadas.
Hasta el momento, Alemania ha suministrado a Kiev cuatro de las doce unidades IRIS-T SLM prometidas, y se enviarán dos sistemas más antes de finales de año.
“En Ucrania, IRIS-T ha derribado hasta ahora más de 250 misiles, drones y misiles de crucero y ha salvado innumerables vidas, con una impresionante tasa de impacto del 95% o incluso más”, dijo Scholz.
Con un alcance de unos 40 kilómetros (25 millas) y una visión de 360 grados, el sistema construido por el fabricante de armas alemán Diehl se ha utilizado para derribar misiles de crucero (utilizados por Rusia para atacar centrales eléctricas) y también aviones, incluidos los drones Shahed fabricados en Irán.
(Reporte de Sabine Siebold, editado por Miranda Murray y Gareth Jones)