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Putin ha firmado un decreto que establece que Rusia acogerá con agrado a los extranjeros que quieran escapar de los ideales liberales occidentales.
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Los solicitantes pueden incluir a personas de países no alineados con los “valores espirituales y morales rusos”.
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El proceso de solicitud se ha simplificado y los visados se emitirán tan pronto como el próximo mes.
Rusia, en muchos sentidos un estado autoritario, se ha designado a sí misma como un “refugio seguro” para los ciudadanos de los países occidentales que buscan escapar de las “ideas neoliberales destructivas”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto que establece que Moscú ayudará a cualquier ciudadano extranjero que quiera solicitar residencia temporal en Rusia “fuera de la cuota aprobada por el gobierno ruso y sin proporcionar documentos que confirmen su conocimiento del idioma ruso, la historia rusa y las leyes básicas”, informaron el lunes los medios estatales rusos.
Las personas interesadas en obtener la residencia temporal podrán solicitar visas mediante un proceso simplificado y acelerado. Rusia comenzará a emitir visas de tres meses a partir del mes próximo.
Los ciudadanos rusos pueden solicitar la residencia si rechazan los “ideales neoliberales destructivos” de sus países de origen, que difieren de los “valores espirituales y morales tradicionales rusos”. Se espera que Rusia publique una lista de los países incluidos en esta excepción, según informó TASS en su informe sobre el nuevo decreto.
Algunas figuras de extrema derecha y teóricos de la conspiración celebraron la noticia de la nueva política de una manera que se alinea con una creciente tendencia en línea, particularmente entre ciertas personalidades de extrema derecha, de elogiar a la sociedad rusa y compararla positivamente con Estados Unidos y otras naciones occidentales.
Los elogios a Rusia han sido algo habitual entre algunas figuras prominentes de la derecha, incluido el expresidente Donald Trump, que a menudo ha hablado positivamente de Putin. Otros han repetido como loros los argumentos rusos, mientras que otros han celebrado algunos elementos de la sociedad rusa.
En febrero, después de haberle dado al líder ruso una plataforma para difundir información errónea sobre la guerra en Ucrania, el ex presentador de Fox News Tucker Carlson elogió aspectos de la sociedad rusa, y dijo que resultaba “impactante” y “perturbador” que Moscú fuera mucho más “amable” que cualquier otra ciudad de Estados Unidos. Sin embargo, dijo que su postura seguía siendo pro-estadounidense.
Otras personas influyentes en el espacio online también han mostrado diversos grados de admiración por la sociedad rusa mientras Putin intenta presentar a Rusia como un lugar donde, como dijeron los medios estatales rusos, “los valores tradicionales reinan supremos” y condenan los ideales occidentales.
Este tipo de retórica se ha hecho patente en los discursos del líder ruso. En 2022, Putin criticó a Occidente por ser “satánico” y argumentó que había rechazado las “normas morales” y los valores “tradicionales”. Y en su discurso del Día de la Victoria de 2023, atacó a las “élites globalistas occidentales” por lo que dijo que era la destrucción de “la familia y los valores tradicionales que hacen humana a la persona”.
Las nuevas políticas de visados de Rusia, centradas en convertir al país en una especie de “refugio seguro”, parecen tener su base en este tipo de pensamiento.
Lea el artículo original en Business Insider