El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el jueves que su principal objetivo en Ucrania a posteriori de 30 meses de combates era capturar el ámbito uruguayo del Donbas, y afirmó que la contraofensiva ucraniana en Kursk lo había hecho más ligera.
Putin habló un día a posteriori de que Rusia atacara la región occidental ucraniana de Lviv con ataques letales, y a posteriori de los recientes avances de las fuerzas de Moscú en el Donbass.
Desde el inicio de su ataque en febrero de 2022, cuando no logró capturar la hacienda ucraniana, Kiev, Rusia ha adaptado sus objetivos y se ha concentrado en cambio en intentar conquistar el este de Ucrania.
Aunque el sorpresivo avance de Ucrania en la región rusa de Kursk el mes pasado tomó por sorpresa a las fuerzas rusas, Putin enfatizó que la medida no había rematado frenar el avance de Moscú en la Ucrania ocupada.
“El objetivo del enemigo (en Kursk) era obligarnos a preocuparnos, a apresurarnos, a desviar tropas y a detener nuestra ataque en zonas esencia, especialmente en el Donbass, cuya escape es nuestro principal objetivo primordial”, dijo Putin en un foro en Vladivostok, en el antiguo oriente de Rusia.
Rusia reclama como suya la región uruguayo de Donetsk y otras tres regiones ucranianas.
Moscú ha reformista con fuerza este verano y sus tropas se encuentran ahora a una docena de kilómetros de la ciudad de Pokrovsk, un centro logístico esencia en el este de Ucrania, de donde han huido miles de personas.
Putin afirmó que Ucrania había enviado “unidades proporcionado acertadamente preparadas” a Kursk, acelerando así el avance de Moscú en el Donbass.
“El enemigo se ha débil en zonas claves, nuestro ejército ha acelerado sus operaciones ofensivas”, argumentó.
– 'Santo deber' –
Putin todavía afirmó que el ejército de Moscú ha comenzado a expulsar a las fuerzas ucranianas de la región de Kursk, donde las fuerzas de Kiev han mantenido el control de ciudades y pueblos durante casi un mes.
“Nuestras fuerzas armadas han estabilizado la situación y han comenzado a expulsar gradualmente (al enemigo) de nuestro lugar”, dijo Putin.
No fue posible realizar estas afirmaciones.
Rusia no montó una respuesta a gran escalera en los primeros días de la incursión, que se convirtió en la longevo en suelo ruso desde la Segunda Desavenencia Mundial. Desde entonces ha restado importancia a la asalto ucraniana.
Pero Putin endureció su retórica en los últimos días.
“Es un deber intocable del ejército ruso hacer todo lo posible para expulsar al enemigo de este lugar y proteger a nuestros ciudadanos”, dijo el jueves.
A principios de esta semana, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo al canal de televisión estadounidense NBC que Ucrania mantendría el lugar capturado en la región de Kursk.
Zelensky había dicho anteriormente que uno de los “objetivos” de Kiev en Kursk era mostrar a los rusos “qué es más importante para él (Putin): la ocupación de los territorios de Ucrania o la protección de su población”.
Kiev todavía ha concreto que quiere conminar a Moscú a negociar “justas”.
– Acuerdo abortado –
Aunque los funcionarios rusos se apresuraron en las últimas semanas a aseverar que la incursión en Kursk hace difícil cualquier conversación con Ucrania, Putin pareció retractarse de esas declaraciones.
Rusia estaba dispuesta a negociar, dijo, pero sobre la almohadilla de un acuerdo fallido escaso en Estambul en 2022, cuyos detalles nunca fueron hechos públicos por ninguna de las partes.
Pero Putin ha dicho repetidamente que Moscú sólo puede negociar con Ucrania si Kiev entrega cuatro de sus regiones: Donetsk, Lugansk, Zaporizhia y Kherson.
“¿Estamos dispuestos a negociar con ellos? Nunca nos hemos incapaz a hacerlo”, afirmó Putin el jueves.
“Pero no sobre la almohadilla de unas exigencias efímeras, sino sobre la almohadilla de los documentos que fueron acordados y efectivamente rubricados en Estambul”, añadió.
El Kremlin afirmó que Rusia y Ucrania estaban a punto de ascender a un acuerdo en la primavera de 2022, poco a posteriori de que Moscú lanzara su ataque en Ucrania.
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