MOSCÚ (Reuters) – Prisioneros armados con cuchillos que se identificaron como militantes del Estado Islámico perpetraron el viernes un ataque mortal contra guardias en una colonia penal rusa y tomaron rehenes, según medios estatales y agencias de noticias vinculadas a los servicios de seguridad.
En un video publicado por el canal de noticias Mash, se puede ver a tres funcionarios de prisiones uniformados tendidos inmóviles en charcos de sangre en el suelo, uno de ellos con la garganta cortada. Otro estaba sentado en posición vertical en una puerta, donde un hombre con un cuchillo lo sujetaba por el cuello.
Los medios estatales rusos dijeron que al menos un miembro del personal de la prisión había sido asesinado, pero el video sugirió que el número de muertos era casi seguramente mayor.
Uno de los atacantes gritó en el vídeo que eran “muyahidines” del Estado Islámico y que habían tomado el control de la prisión en la región de Volgogrado.
El presidente Vladimir Putin dijo en declaraciones televisadas que había recibido información del jefe del servicio penitenciario.
Putin, al dirigirse a la reunión semanal de su Consejo de Seguridad, no hizo ningún comentario sobre la situación, pero dijo que quería escuchar las opiniones del ministro del Interior y del jefe del servicio de seguridad FSB.
“Durante una sesión de la comisión disciplinaria, los presos tomaron como rehenes a empleados del centro penitenciario. Actualmente se están tomando medidas para liberar a los rehenes. Hay víctimas”, indicó el servicio penitenciario en un comunicado.
La prisión está designada como una colonia penal de “régimen severo” con capacidad para albergar hasta 1.241 presos varones.
Las imágenes y los vídeos que circulan en las redes sociales parecen mostrar a cuatro atacantes. Los sitios de noticias dijeron que habían sido confinados en un bloque de la prisión y las imágenes los mostraban caminando de un lado a otro en un gran patio.
Un miembro del personal de la prisión, con el rostro cubierto de sangre, se podía ver con ellos en el patio y con las manos atadas a la espalda.
Las exigencias de los hombres no fueron claras. Uno de ellos dijo en el vídeo que habían actuado “sin piedad” en respuesta a los presuntos malos tratos a los prisioneros musulmanes.
Los sitios de noticias vinculados con el sector de la seguridad publicaron los nombres de los cuatro presuntos atacantes, identificándolos como ciudadanos de Uzbekistán y Tayikistán. No hubo confirmación oficial de su identidad ni de sus motivos.
Rusia, cuyas agencias de defensa y seguridad están fuertemente concentradas en su guerra en Ucrania, ha visto un reciente aumento en los ataques de militantes islamistas.
En junio, en la región meridional de Rostov se produjo un sangriento levantamiento carcelario vinculado al Estado Islámico, donde fuerzas especiales mataron a tiros a seis reclusos que habían tomado rehenes.
Más tarde ese mes, al menos 20 personas murieron en ataques con disparos en dos ciudades de Daguestán, una región principalmente musulmana del sur de Rusia.
En marzo, el Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de un ataque en el que hombres armados irrumpieron en la sala de conciertos Crocus City, cerca de Moscú, dispararon armas automáticas contra el público y prendieron fuego al edificio, matando a más de 140 personas.
(Reporte de Reuters en Moscú y Filipp Lebedev en Londres; escrito por Mark Trevelyan; editado por William Maclean y Mark Heinrich)