Mi hijo adulto casado me pide plata constantemente. ¿Cómo puedo terminar con su pillaje?

“Soy culpable de ayudar demasiado”. (La protagonista de la fotografía es una modelo).

“Soy culpable de ayudar demasiado”. (La protagonista de la fotografía es una maniquí). Getty Images

Querido Quentin,

Tengo un problema serio con mi hijo anciano, que tiene 36 abriles y está casado.

Lo he ayudado económicamente, por lo que tiene una sólida comprensión de que racionar equivale a pagarse a uno mismo primero. Sin secuestro, soy culpable de ayudarlo demasiado, tanto que parece tener la mano extendida en la mayoría de sus infrecuentes llamadas telefónicas.

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Ayer le escribí un correo electrónico para decirle que su primo iba a dar un concierto en Dallas en octubre. Su desagradable respuesta fue impactante, convincente e inmediata, y me hizo comprender que le he pedido repetidamente que no me trate de esa forma, y sin secuestro, sigue haciéndolo.

He perdonado su comportamiento tantas veces que perdí la cuenta. No merezco esto. No he hecho nadie malo. Ya no lo aceptaré. Me avergüenza opinar que esto ha estado sucediendo durante abriles. Lo amenacé con amarlo a distancia si alguna vez lo volvía a hacer. Ahora necesito llevar a cabo en consecuencia.

Está medicado para la ansiedad y la depresión. Ha estado tomando sus medicamentos. Es obvio que no me necesita para nadie, excepto para el plata. ¿Hay alguna forma de cambiar esta dinámica?

Al borde de mi desesperación

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Esas peticiones de dinero también son un trato tácito: si accedes esta vez, tal vez todo se arregle. No será así.Esas peticiones de dinero también son un trato tácito: si accedes esta vez, tal vez todo se arregle. No será así.

Esas peticiones de plata además son un trato tácito: si esta vez accedes, tal vez todo se solucione. No será así. – Ilustración de MarketWatch

Querido Fin,

Dile que no. Dile que no. Dile que no, gracias. Lo que sea necesario. Repite el proceso. Cíñete a tu sinopsis. No tienes por qué poner excusas. Has hecho todo lo que estaba en tu mano. Él es el responsable del hombre que es hoy.

Para cambiar la dinámica, tendría que hacerle a su hijo un trasplante de personalidad. Eso no va a suceder. No en un futuro próximo. Ninguna cantidad de plata ni ninguna cantidad de charlas motivadoras le darán a su hijo el don de la reconocimiento, ni le harán apreciar mágicamente su altruismo ni desenredarán las raíces de su resentimiento. Siquiera bastará con terapéutica por sí sola. Será necesaria terapia, apego duro por su parte y autoconciencia y responsabilidad por parte de él. No se pueden comprar esas cosas en Amazon.com.

La persona que, en el contexto de esta carta, necesita más apoyo eres tú. Consigue la ayuda de un amigo de confianza de la grupo, un abogado y un terapeuta. Tienes que salir de esta situación tóxica estableciendo límites y no permitiendo que te lastimen constantemente con correos electrónicos o mensajes de texto crueles, acoso o peticiones de más plata. Esas peticiones de plata además son un trato tácito: si accedes esta vez, tal vez todo se arregle. No será así.

Escribiste esta carta amoldonado a tiempo. Si hoy te acosan para que les des plata y te tratan como si fueras un cajero inconsciente, mañana podrías sufrir abusos contra personas mayores, por lo que debes protegerte procesal y económicamente. ¿Qué sucedería si tuvieras un ataque cardíaco o un derrame cerebral y quedaras enfermo? ¿O si en 10 o 20 abriles perdieras la movilidad? ¿A quién recurrirías? Tal vez quieras otorgar un poder legal (un abogado u otro franco de confianza) que pueda llevar a cabo en tu nombre en caso de que quedes incapacitado.

Adicionalmente, considere la posibilidad de otorgar un poder legal médico, una directiva anticipada independiente que permitiría a un tercero (uno de sus otros hijos, no su hijo, obviamente) supervisar su tratamiento médico en caso de que necesite ayuda. Cuanto más específica sea la directiva, más eficaz será: podría indicar, por ejemplo, que le gustaría tener una cláusula de “no resucitación” o una cláusula de “no transfusión de matanza” o una política de “no visitas” para ciertas personas si está en el hospital.

Revise su documento de poder legal anualmente, tal como lo haría con un fideicomiso revocable. Hablando de eso, si tiene un patrimonio significativo, considere colocar esos activos en un fideicomiso revocable, que se vuelve irrevocable a posteriori de su crimen. Puede distribuir sus activos, de acuerdo con sus especificaciones a posteriori de su crimen y/o reservar plata para la educación de sus nietos. Un fideicomiso además evita el proceso sucesorio, que es divulgado y lleva mucho tiempo.

A continuación, actualice la información de sus beneficiarios. Es solo el primer paso para defenderse y recuperar su poder. Las designaciones de beneficiarios se aplicarán a su plan 401(k), si tiene uno, a las pólizas de seguro de vida y a las cuentas bancarias. Puede unir una escritura de “transferencia en caso de crimen” a su casa. Todas estas acciones ayudarán a achicar su patrimonio sucesorio y a achicar la condición de impugnaciones legales.

Por zaguero, haga un testamento. Sea muy específico acerca de a quién incluye y excluye. Y ahora viene la parte difícil: comience a acostumbrarse a opinar que no y no le dé ni preste más plata a su hijo. Como le dije a esta mujer que le prestó a su hijo 30.000 dólares, no actuará como un sustituto de lo que su hijo crea que usted ha hecho o no ha hecho durante su vida. Resista la tentación de compartir sus planes con la grupo porque eso probablemente desencadenará otra batalla actual.

Este proceso no solo te protegerá, sino que además te empoderará. Poner límites a tus finanzas es el primer paso para establecer límites saludables y te permitirá iniciar el proceso práctico de cuidar tu propio futuro. Comprobar presión para dar plata correcto al aventura de una reacción negativa es un representación de injusticia financiero. No dejes que nadie te tome como rehén, ni financiera ni emocionalmente. Tienes derecho a una vida oportuno, saludable y pacífica. Es tuya si quieres.

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