Por Lucy Papachristou
LONDRES (Reuters) – Rusia y Ucrania deberían negociar el fin de su conflicto para evitar que la guerra se extienda a Bielorrusia, dijo el presidente Alexander Lukashenko, un aliado clave de Vladimir Putin, en una entrevista con la televisión estatal rusa.
Lukashenko habló en el contexto de una incursión ucraniana en Rusia que comenzó el 6 de agosto, cuando miles de tropas de Kiev irrumpieron en la frontera occidental de Rusia en una gran vergüenza para los altos mandos militares de Putin.
En una amplia entrevista, Lukashenko dijo que sólo “personas de alto rango de origen estadounidense” querían que la guerra entre Ucrania y Rusia continuara.
Occidente, dijo, estaba alentando a Kiev a luchar porque quiere que Ucrania y Rusia “se destruyan mutuamente”, según extractos de la entrevista de casi dos horas publicada el jueves en el sitio web presidencial bielorruso.
Rusia dijo el jueves que reforzaría las defensas fronterizas luego de que cientos de miles de personas recibieron la orden de evacuar la región occidental de Kursk. Kiev dijo que sus fuerzas avanzaron 35 kilómetros (22 millas) hacia Rusia desde la semana pasada y siguen ganando terreno.
Lukashenko sugirió, sin aportar pruebas, que Kiev podría tener intenciones de atacar a Bielorrusia y dijo que Minsk no permitiría que las tropas ucranianas “pisoteen nuestro país”.
El ejército ucraniano no respondió inmediatamente a una solicitud escrita de comentarios.
El líder bielorruso se ha posicionado como uno de los principales partidarios de Putin desde que el presidente ruso ordenó la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, parte de la cual se organizó desde suelo bielorruso.
En lugar de permitir que las batallas continuaran, Lukashenko instó al diálogo.
“Sentémonos a la mesa de negociaciones y pongamos fin a esta pelea”, dijo. “Ni el pueblo ucraniano, ni los rusos, ni los bielorrusos lo necesitan. Lo necesitan (Occidente)”.
Moscú ha dicho que cualquier negociación de paz debería basarse en la cesión de territorio ucraniano equivalente a una quinta parte de su territorio, gran parte del cual está ocupado por las fuerzas rusas. Ucrania afirma que Kiev estaría dispuesta a entablar negociaciones siempre que se respete plenamente la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
Lukashenko afirmó que Occidente estaba apostando a que la situación desestabilizadora en Kursk alentaría una movilización de tropas tanto en Bielorrusia como en Rusia y “sacudiría la sociedad desde dentro”.
“No queremos una escalada de la situación ni una guerra contra toda la OTAN. No queremos eso”, afirmó.
Pero si Ucrania provoca a Bielorrusia, advirtió Lukashenko, “no tendremos otra opción”.
Lukashenko se refirió al conflicto como una “guerra común” de Bielorrusia y Rusia contra “esas bestias” -Kiev y sus aliados occidentales- y dijo que Moscú “nos respaldaría” si Bielorrusia fuera atacada.
El sábado Minsk anunció que estaba enviando tropas para reforzar su frontera sur con Ucrania, tras acusar a Kiev de violar su espacio aéreo con drones. Kiev afirmó que no había visto señales de tal aumento de tropas.
Lukashenko repitió las acusaciones sobre violaciones del espacio aéreo y dijo que las tropas bielorrusas estaban siendo enviadas a la frontera para “evitar un avance”.
Dijo que Minsk no ve ninguna razón para utilizar armas nucleares rusas, desplegadas en territorio bielorruso el año pasado, a menos que se violen sus fronteras.
“No vamos a utilizar ninguna arma hasta que pisen nuestra frontera estatal”, dijo.
(Reporte y redacción de Lucy Papachristou; Reporte adicional de Tom Balmforth; Editado por Frances Kerry)