Los trajes espaciales de SpaceX y Boeing no son compatibles

La NASA todavía está ocupada evaluando los riesgos que implica el regreso a la Tierra de los astronautas de la NASA Suni Williams y Butch Wilmore, quienes han estado varados a lado de la Fase Espacial Internacional desde principios de junio.

Su transporte de propagación, el Starliner de Boeing, ha estado plagado de problemas técnicos que han obligado a la agencia espacial a idear varios planes de contingencia.

Aunque la NASA y Boeing sostienen que Starliner está cinta para padecer a los dos miembros de la tripulación a la superficie en caso de una emergencia, a pesar de la posibilidad de que varios propulsores funcionen mal, incluso las opciones alternativas de alucinación compartido podrían exponer a Williams y Wilmore a riesgos considerables.

En primer puesto, los trajes espaciales de Starliner no son compatibles con los que se usan a lado de la nave espacial Crew Dragon de SpaceX. Eso significa que si la pareja regresara a lado de la cápsula de SpaceX que actualmente está acoplada a la tiempo, que es uno de los planes de rescate que está considerando la NASA, volarían sin traje, como confirmó la NASA durante una teleconferencia la semana pasada, una verdad desafortunada para la agencia espacial que probablemente influirá en su próxima audacia.

Si admisiblemente los trajes espaciales intravehiculares (IVA), a diferencia de los trajes para actividades extravehiculares (EVA), se usan como medida de precaución internamente de la nave espacial en caso de pérdida de presión en la cabina, aún podrían librar vidas si ocurriera una emergencia. Asimismo pueden ayudar con la regulación de la temperatura y, en algunos casos, resumir datos y pasarlos al software de la nave espacial.

La razón de la incompatibilidad entre los trajes de SpaceX y Boeing se debe a la naturaleza del software de tripulación comercial de la NASA, que financió el explicación de las naves espaciales Starliner de Boeing y Crew Dragon de SpaceX.

“Para cada era de vuelos espaciales precursor a esta flagrante, la NASA utilizó un maniquí diferente de adquisición de naves espaciales”, explicó Swapna Krishna del canal de YouTube Ad Astra en un nuevo video explicativo, y agregó que la NASA solía estar “profundamente involucrada” durante todo el proceso.

Pero con Commercial Crew, la NASA permitió a sus socios privados “diseñar e innovar siempre y cuando las empresas cumplieran con los amplios requisitos y estándares de seguridad de la NASA, así como alcanzar hitos específicos, uno de los cuales es un planeo de prueba tripulado exitoso”, explicó Krishna.

Sin bloqueo, la agencia “no especificó” que los trajes espaciales “necesitaban ser compatibles entre sí”, una forma en que “la NASA controla el peligro” al sustentar sus opciones lo más amplias posible en caso de que poco saliera mal con una opción.

Donado que Boeing y SpaceX han seleccionado enfoques de diseño muy diferentes, no se puede simplemente cambiar uno por el otro.

Incluso si Williams y Wilmore fueran cargados en una Crew Dragon Crew-8 ya completamente ocupada, y De alguna modo tenían trajes listos, explicó Krishna, la cápsula está configurada solo para cuatro pasajeros, a pesar de que originalmente fue diseñada para ser ocupada por una tripulación de siete. Eso significa que sus trajes no tendrían ningún puesto donde enchufarse de todos modos.

Gracias a Dios, la NASA tiene una opción completamente separada para que los dos astronautas regresen a la Tierra: la próxima labor Crew-9 de SpaceX, que podría lanzarse con solo dos, no cuatro, miembros de la tripulación para hacer espacio para Williams y Wilmore, lo que les permitiría regresar en algún momento de febrero.

En ese caso, la agencia espacial podría simplemente remitir dos trajes de repuesto para uno y otro, lo que lo convertiría en una opción mucho más conveniente.

Independientemente de si Williams y Wilmore regresan a lado de la nave espacial Crew-8 o en el próximo alucinación de SpaceX, dejarse llevar el Starliner de Boeing, que está plagado de problemas, probablemente todavía dolerá.

El gigantesco aeroespacial y la NASA han comprometido miles de millones de dólares en el explicación de la cápsula, por lo que hacer que regrese sin ningún pasajero a lado sería un importante voto de censura.

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