A los científicos les gusta referirse a nuestro planeta como que reside en la “Zona de Ricitos de Oro”, donde no hace mucho calor ni demasiado frío, y a la distancia correcta del sol para apoyar la vida.
Pero en el clásico relato de hadas “Goldilocks”, nuestra protagonista homónima se ve obligada a huir de la morada de los Bears a la que se invitó a sí misma, nunca regresar. No más porridas perfectas o camas de tamaño adecuado.
Ese podría ser el caso de la Tierra algún día, si queremos agotar esta afinidad. Sin bloqueo, en ocasión de ser expulsados por osos hostiles, una sino que pasa nos pateó a la reborde.
En efectividad, un desalojo inoportuno podría ser el adecuadamente estandarte. A nuevo estudio Publicado en la revista Icareo sugiere que la empeoramiento de una sino sin empleos podría, como mencionamos, arrojarnos a la fría extensión del espacio, o podría mezclar las órbitas de los otros planetas lo suficiente como para remitir a uno de ellos chocando directamente a la Tierra, entregada, de modo demasiado involuntaria, como una miserica cósmica.
Mórbido, como es imaginar la desaparición de nuestro planeta, el trabajo ilustra cómo nuestro sistema solar, remotamente de una isla secuestrada, está en sintonía con el resto del universo, y que los astrónomos pueden estar pasando por detención la influencia de objetos distantes.
“Nuestras simulaciones indican que los modelos aislados del sistema solar pueden subestimar el categoría de los futuros cambios orbitales seculares de nuestros planetas gigantes en un orden de magnitud”, escribió el autor principal del estudio Nathan Kaib, astrónomo del Instituto de Ciencias Planetarias, en el documento.
Resumiendo sus últimos hallazgos, dijo Kaib Noticiario de ciencias Hay más o menos de un cinco por ciento de posibilidades, en los próximos cinco mil millones de abriles, que una sino indisciplinado podría conseguir a 100 unidades astronómicas de nuestro sistema solar, o aproximadamente 100 veces la distancia entre la Tierra y el Sol.
Si eso suceda, todos los fanales deben estar en Mercurio. En las simulaciones de los investigadores, la ámbito de Mercurio podría volverse tan elíptica que golpea el sol o Belleza. Eso, a su vez, podría hacer que Belleza o Marte se conviertan en la Tierra, es afirmar, si el estragos gravitacionales no hace que nuestro planeta siga el camino de Icarus.
Fuera de eso, la Tierra podría ser golpeada en la dirección de Júpiter, antiguamente de que el coloso de gas nos jonte al vano del espacio interestelar.
Hay un banda positivo. “Ninguna de estas cosas es probable”, dijo Kaib a Noticiario de ciencias. Solo hay un 0.2 por ciento de probabilidades de uno estos escenarios sombríos que suceden a la Tierra, en una generosa ventana que extiende miles de millones de abriles.
“Sin bloqueo, esta probabilidad de cambio orbital de la Tierra es cientos de veces decano que las estimaciones anteriores”, enfatiza Kaib en el documento.
Kaib publicó previamente una investigación que sugirió que la ámbito de la Tierra era desencajado por una sino que pasa Hace tres millones de abriles, abriendo la posibilidad de que eventos como estos pudieran sobrevenir sido responsables de las fluctuaciones históricas en el clima de la Tierra.
Al mismo tiempo, es un recordatorio tenuemente inquietante de cuán delicada puede ser la edificación de nuestro cuello cósmico del bosque.
“Es un poco aterrador lo vulnerables que podemos ser con el caos planetario”, Renu Malhotra, científica planetaria de la Universidad de Arizona en Tucson que no participó en el estudio, dijo Noticiario de ciencias.
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