Los científicos proponen una explicación interesante para las misteriosas señales del espacio

Las ráfagas de radiodifusión rápidas (FRB), descargas de energía tremendamente poderosas que emanan de los confines más lejanos del espacio foráneo, han desconcertado a los científicos durante más de una división.

Son tan poderosos que pueden liberar tanta energía en un milisegundo como la que libera el Sol en tres días enteros, según han descubierto los científicos.

A lo derrochador de los abriles, los investigadores han propuesto varias explicaciones para este engendro inusual. Una teoría que se ha propuesto es que los FRB son el resultado de la colisión de estrellas de neutrones, restos extremadamente densos de estrellas muertas, con otras estrellas de neutrones o incluso con agujeros negros.

Ahora, como se detalla en un artículo que ha sido aceptado para su publicación en el Diario astrofísicoun equipo dirigido por el irrefutable Dang Pham de la Universidad de Toronto le ha cubo un nuevo molinete al concepto, proponiendo que las explosiones podrían ser causadas por asteroides que chocan contra estrellas de neutrones, una colisión beocio que aún podría liberar muestras insondables de energía.

Es una idea nueva e interesante sobre un engendro que ha generado docenas de explicaciones potenciales diferentes, pero aún queda mucho trabajo hasta que podamos obtener respuestas definitivas.

Sin requisa, el trabajo del equipo es circunstancialmente intrigante: estimaron el número de colisiones de asteroides interestelares con estrellas de neutrones y concluyeron que parecía correlacionarse con el número estimado de FRB observados en el universo.

“Se sabe desde hace muchos abriles que los asteroides y cometas que impactan contra estrellas de neutrones pueden causar señales similares a las FRB, pero hasta ahora no estaba claro si esto sucedía con suficiente frecuencia en todo el universo como para explicar la velocidad a la que observamos que ocurren las FRB”, dijo Pham. espacio.com. “Hemos demostrado que los objetos interestelares (ISO), una clase poco estudiada de asteroides y cometas que se cree que están presentes entre estrellas en galaxias en todo el universo, podrían ser lo suficientemente numerosos como para que sus impactos con estrellas de neutrones pudieran explicar los FRB”.

Estimaciones anteriores que toman en consideración los dos objetos interestelares que se han observado hasta ahora, ‘Oumuamua en 2017 y el cometa Borisov en 2019, sugieren que podría poseer entre un billón de billones y 10 billones de billones (es afirmar, 26 ceros) de objetos similares gritando a través del planeta. La Vía Láctea sola.

Los científicos conocen cerca de de mil millones de estrellas de neutrones en nuestra galaxia. Teniendo en cuenta estas cifras, Pham y sus colaboradores calcularon que podría ocurrir una colisión cada 10 millones de abriles por suerte de neutrones, lo que es consistente con la tasa observada de FRB en las galaxias.

Una vez que el cometa o asteroide choca contra el campo hipnótico de una suerte de neutrones, podría vaporizarse inmediatamente y acelerarse “cerca de la velocidad de la luz”, como dijo Pham. Nuevo irrefutable. “Esta hipérbole de plasma se dispara a lo derrochador del campo hipnótico y crea un haz de radiación que podría producir un FRB”.

“La energía liberada depende del tamaño del asteroide y de la fuerza del campo hipnótico de la suerte de neutrones, los cuales pueden variar mucho, en varios órdenes de magnitud”, dijo el coautor y astrofísico de la Universidad de Oxford, Matthew Hopkins. espacio.com.

Para un asteroide de poco más de media milla de diámetro, la energía liberada equivaldría a “cien millones de veces toda la energía utilizada por toda la humanidad durante un año”, según Hopkins.

El equipo sugiere que si su hipótesis es cierta, la tasa de FRB podría aumentar a medida que el universo envejece.

Pero es necesario trabajar más antiguamente de que podamos comprender completamente estos misteriosos estallidos de energía, desde observar más FRB, calcular su energía y comprender mejor cuántos objetos interestelares hay en una galaxia determinada.

Por otra parte, la nueva hipótesis está allá de ser perfecta. Por un costado, hay ciertos tipos de FRB que ocurren varias veces en la misma fuente y a intervalos regulares (casi como un temporalizador) que no se alinean perfectamente con colisiones aparentemente aleatorias entre estrellas de neutrones y asteroides, como Universo hoy señala.

Sin requisa, es una explicación intrigante que merece un examen más detenido a medida que siguen llegando más datos.

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