HISTORIA: Un rama de científicos del clima en Bélgica está explorando actualmente cómo podrían ser las peras del futuro.
“…las peras tienden a ser menos firmes y tener más azúcar”.
:: ESTA TIERRA
:: Maasmechelen, Bélgica
En la provincia belga de Limburgo, corazón del cultivo de peras del país, destaca un huerto inusual: está formado por un conjunto de 12 cúpulas transparentes.
“Se claridad 'Ecotrón' y es un estimulador del cambio climático”.
En el interior de las cúpulas, los investigadores están cultivando peras en un entorno que imita cómo afectará el cambio climático a la región en 2040.
¿Su objetivo? Comprender el impacto del cambio climático en los fruticultores europeos.
Aquí está Francois Rineau, profesor asociado de la Universidad de Hasselt.
“En el año 2040, en ingenuidad es mañana, son solo 20 primaveras, pero aún vemos diferencias en la frecuencia de las olas de calor. Olas de calor más frecuentes, sequías más frecuentes, precipitaciones más intensas, por lo tanto, menos precipitaciones en total y una concentración de CO2 en aumento”.
El intento, de tres primaveras de duración, abarcará tres cosechas.
La cosecha de este año de peras de la era 2040 se está estudiando en el Centro de Tecnología Poscosecha de Flandes (VCBT).
Los investigadores los comparan con peras cultivadas en cúpulas que simulan el clima coetáneo.
Aquí está Dorien Vanhees, investigador del VCBT.
“En este laboratorio medimos diferentes cosas. Medimos el contenido de azúcar o la firmeza, igualmente medimos el tamaño de las peras que provienen del futuro y del clima coetáneo. Y vemos que si tenemos una temperatura más suscripción en los árboles, las peras tienden a ser menos firmes y a tener más azúcar”.
Y eso es una mala nueva para los productores, porque reduce la cantidad de peras que pueden traicionar.
“Un corrido contenido de azúcar es bueno para el sabor. Una beocio firmeza no es buena para el almacenamiento, porque cuando se almacenan con una firmeza beocio, no se conservan tanto tiempo. Para los productores, esto reducirá la cantidad de peras que pueden poner en el mercado”.
El cambio climático ya está dejando su huella en los patrones de cultivo en toda Europa.
En los últimos primaveras, fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones devastadoras, tormentas de piedra y sequías han afectado gravemente a los productores de peras.
Este año, se proyecta que la producción de peras de Bélgica disminuirá un asombroso 27%, según la Asociación Mundial de Manzanas y Peras, lo que destaca la escazes de acomodo frente al cambio climático.