El mayor talento de Lagerfeld –y uno que el próximo director creativo de Chanel también tendrá que poseer– fue quizás que, a pesar de tener un conocimiento enciclopédico de la historia de la moda, estaba obsesionado con la novedad. “Estaba completamente concentrado en el día de hoy”, dice Middleton. “Por eso odiaba las retrospectivas de su propio trabajo. Pensó que había algo fúnebre en eso. Siempre estuvo al tanto de lo que pasaba en el mundo y quería hacer algo único y moderno”.
Uno de los ejemplos más famosos de esta modernidad es, por supuesto, su defensa de la colaboración entre diseñadores y grandes marcas, de la que fue pionero con H&M en 2004. A pesar de trabajar para las empresas de moda más famosas (y caras), casas del mundo, quería democratizar la moda y hacerla para todos.
Esto se extendió a su interés por las ventas, siempre interesado en saber cómo se recibía su trabajo, en lugar de quedarse sentado en una torre de marfil. “Para él era importante saber que sus colecciones llegaban a la gente. Realmente respetaba al cliente”, continúa Middleton. “Él tenía muy claro que la moda era arte aplicado, era algo que se hacía para venderse. Fue realmente pragmático”.
Su longevidad también es, por supuesto, importante si se considera lo influyente que ha sido, pero de ninguna manera era un pony de un solo truco. “Trabajó durante mucho tiempo, durante 65 años y para tantas casas diferentes, pero no existe un estilo único de Karl Lagerfeld”, concluye Middleton. “Hay algunos diseñadores que tienen un diseño o una contribución, pero eso no era cosa de Lagerfeld”.
Así es como el legado de Lagerfeld todavía influye en nuestros guardarropas hoy:
La bailarina bicolor
Coco Chanel inventó el zapato destalonado de dos tonos en 1957 (según se informa, para ayudar a crear la ilusión de pies más pequeños), pero fue Lagerfeld quien reinventó uno de los diseños característicos de la casa de moda como una bailarina. Lanzado como parte de la colección primavera/verano de 1984, era su manera de rendir homenaje a una de las pasiones de Chanel: los Ballets Rusos. Desde entonces, es un estilo que ha sido adoptado por la calle principal, con imitaciones en Marks & Spencer, New Look y Next, por nombrar solo algunos.