Tengo una amnesia saludable con respecto a plantar huertos vegetales. Cada pocos primaveras lo intento de nuevo, olvidándome de la verdad de las tuzas, los topillos, los topos, las ardillas terrestres y los ciervos.
Nuestro intento más nuevo fue un floresta Covid en 2020, que fue diezmado de la confusión a la mañana por los insectos.

Este año lo intento nuevamente, sembrando un “huerto tres hermanas” (maíz, frijol y calabaza). Los paquetes de seis verduras parecían prácticos recipientes para arrostrar para las alimañas nombradas.
Al diablo con los resultados, me encanta trabajar en el floresta. Ya sea que produzca una cosecha o no, disfruto la sensación de la tierra en mis dedos, el emanación fresco y la discordancia de los pinzones domésticos, los towhees manchados y los carboneros de quejigo.
Trabajar en el huerto me hace apreciar las alegrías y los traumas que enfrentan los agricultores.
Mi consorte y yo visitamos Quail Springs Permaculture en Cuyama Valley el mes pasado luego de comprar el Farm Tour como parte de una subasta silenciosa del Fondo de Santa Bárbara.
La representación de Quail Springs es “empoderar a personas de todas las edades y orígenes con conocimientos, habilidades e inspiración esenciales para cultivar la salubridad ecológica y social”.
Los residentes y su trabajo son una demostración picante de su representación. Construyen casas de adobe con materiales naturales y cultivan vegetales y animales apropiados para el clima utilizando estiércol de la rancho.
Asimismo están enfocados en el extranjero y abogan por el uso sostenible del agua subterránea y una política de construcción natural en todo el estado, entre otros proyectos. Sus prácticas se han perfeccionado a lo espléndido de 20 primaveras de experiencia y experimentación.
El trabajo puede ser duro, pero su entusiasmo y estilo de vida satisfecho son palpables. Parte del agradable circunstancia puede surgir del propio suelo.
Ensuciarte las manos en el floresta puede aumentar tus niveles de serotonina: un antidepresivo natural que fortalece el sistema inmunológico.
Según Duane A. Lieneman, de la Universidad de Nebraska, “Se ha descubierto que Mycobacterium vaccae… de hecho refleja el propósito sobre las neuronas que proporcionan medicamentos como el Prozac. La germen se encuentra en el suelo y puede estimular la producción de serotonina, lo que te relaja y te hace percibir más eficaz”.
Incluso si no está preparado para dedicarse a la agricultura durante toda su vida, existe otra forma en que los californianos pueden convertirse en parte del suelo: la “reducción orgánica natural”.
Desde la última vez que hablé del compostaje humano en 2017, la ejercicio se ha vuelto justo en nueve estados. Oregón, Nevazón, Arizona, Colorado, Nueva York, Maryland, Delaware y Vermont tienen procedimientos aprobados.
California todavía ha legalizado el proceso, aunque la ley no entrará en vigor hasta 2027.
Una docena más ha presentado proyectos de ley.
Durante las últimas seis décadas, la cremación en Estados Unidos creció de rodeando del 4% a casi el 60%. El costo de la cremación es sustancialmente último que el del entierro, pero tiene enormes costos ambientales.
Se necesitan enormes cantidades de energía para incinerar los cuerpos hasta convertirlos en cenizas que, en cantidades concentradas, son tóxicas para el suelo. El proceso emite tanto dióxido de carbono perjudicial para el clima que el número de procedimientos de cremación está regulado por el Distrito de Dirección de la Calidad del Éter de la Costa Sur.
Quedan un par de obstáculos para la reducción orgánica natural: la donación de órganos y el rechazo institucional religioso.
Como donante de órganos designado, me preocupaba si todavía es posible hacer estiércol luego de donar un víscera. Recompose, la funeraria de Washington que se convirtió en la primera empresa de compostaje humano del mundo, asegura a sus clientes que pueden incluirse como posibles donantes de órganos y aun así designar el compostaje humano.
Así como los gobiernos han tardado un poco en aprobar la reducción orgánica natural, algunas instituciones religiosas aún no han sancionado el procedimiento natural. Sin confiscación, tengo confianza en que convertirse en parte del suelo está muy formado con la Sagrada Escritura.
El escritor del Principio compuso un verso en el capítulo 3 que se repite a lo espléndido de los textos hebreo, cristiano e islámico:
“Polvo eres y al polvo volverás”.
Hazte amigo de la tierra, el hogar inmarcesible de nuestro cuerpo. Y piense en designar una salida orgánica frente a una tóxica.