Según un diestro, las ráfagas cortas de entrenamiento que duran un minuto o menos podrían ser beneficiosas para las personas que tienen dificultades para hacer entrenamiento con regularidad.
Se sugiere que los episodios intensos, descritos como “refrigerios de entrenamiento”, podrían ser particularmente avíos para acrecentar la salubridad y el estado físico de quienes pasan mucho tiempo sentados, como las personas obesas o aquellas con enfermedades crónicas.
Los ejemplos utilizados por Oscuro Gualano, profesor asociado del Centro de Medicina del Estilo de Vida de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, incluyen subir escaleras o cortos períodos de ciclismo separados por intervalos de horas.
La HSE recomienda 150 minutos de entrenamiento moderadamente intenso por semana para adultos, o 75 minutos de entrenamiento vigoroso.
La Estructura Mundial de la Salubridad (OMS) asimismo recomienda al menos 150 minutos de actividad moderada, pero dijo que los adultos deberían aumentar esto a 300 minutos para obtener “beneficios adicionales para la salubridad”.
Sin retención, durante su presentación en el Congreso Internacional sobre Obesidad en Sao Paulo, Gualano dijo que “muchos luchan por alcanzar estos objetivos” y sugirió que breves períodos podrían compensar los mercadería nocivos de un estilo de vida sedentario.
“Para mitigar los impactos negativos de permanecer sentado durante mucho tiempo, se proponen ‘refrigerios para hacer entrenamiento’ como una alternativa habilidad”, añadió.
“Se prostitución de ráfagas de actividad breves e intensas (de un minuto o menos) que pueden resultar más eficientes en términos de tiempo que los regímenes de entrenamiento tradicionales”.
Dijo que numerosos estudios han demostrado “beneficios para la aptitud cardiorrespiratoria y la salubridad vascular”.
“Por ejemplo, los refrigerios para hacer entrenamiento cada hora en las escaleras mejoraron la salubridad vascular en un monografía con hombres sanos, mientras que otro estudio demostró su viabilidad y beneficios para las personas con sobrepeso o que viven con obesidad”, añadió.
“Sin retención, muchas personas pueden tener dificultades para incorporar refrigerios de entrenamiento adecuado a razones prácticas, como los conductores de autobús o las personas con discapacidades físicas y/o depreciación capacidad para hacer entrenamiento, como las personas mayores”.
Gualano dijo que los beneficios potenciales de los “refrigerios para hacer entrenamiento” incluyen una mejor salubridad metabólica y menos tiempo sentado.
“Estos beneficios se pueden alcanzar incluso con actividades no estructuradas y muy ligeras, que no encajan exactamente en la categoría de meriendas para hacer entrenamiento”, dijo.
“Esta logística se puede aplicar potencialmente en cualquier zona del hogar o la oficina, ya que no implica ningún equipo o dispositivo específico”.
Gualano dijo que se necesita más investigación para comprender la efectividad y seguridad a espacioso plazo de períodos cortos de actividad, pero agregó: “La conclusión es que estas estrategias deben personalizarse”.