Según un experto, las ráfagas cortas de ejercicio que duran un minuto o menos podrían ser beneficiosas para las personas que tienen dificultades para hacer ejercicio con regularidad.
Se sugiere que los episodios intensos, descritos como “refrigerios de ejercicio”, podrían ser particularmente útiles para reforzar la salud y el estado físico de quienes pasan mucho tiempo sentados, como las personas obesas o aquellas con enfermedades crónicas.
Los ejemplos utilizados por Bruno Gualano, profesor asociado del Centro de Medicina del Estilo de Vida de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, incluyen subir escaleras o cortos períodos de ciclismo separados por intervalos de horas.
La HSE recomienda 150 minutos de ejercicio moderadamente intenso por semana para adultos, o 75 minutos de ejercicio vigoroso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también recomienda al menos 150 minutos de actividad moderada, pero dijo que los adultos deberían aumentar esto a 300 minutos para obtener “beneficios adicionales para la salud”.
Sin embargo, durante su presentación en el Congreso Internacional sobre Obesidad en Sao Paulo, Gualano dijo que “muchos luchan por alcanzar estos objetivos” y sugirió que breves períodos podrían compensar los efectos nocivos de un estilo de vida sedentario.
“Para mitigar los impactos negativos de permanecer sentado durante mucho tiempo, se proponen ‘refrigerios para hacer ejercicio’ como una alternativa práctica”, añadió.
“Se trata de ráfagas de actividad breves e intensas (de un minuto o menos) que pueden resultar más eficientes en términos de tiempo que los regímenes de ejercicio tradicionales”.
Dijo que numerosos estudios han demostrado “beneficios para la aptitud cardiorrespiratoria y la salud vascular”.
“Por ejemplo, los refrigerios para hacer ejercicio cada hora en las escaleras mejoraron la salud vascular en un ensayo con hombres sanos, mientras que otro estudio demostró su viabilidad y beneficios para las personas con sobrepeso o que viven con obesidad”, añadió.
“Sin embargo, muchas personas pueden tener dificultades para incorporar refrigerios de ejercicio debido a razones prácticas, como los conductores de autobús o las personas con discapacidades físicas y/o baja capacidad para hacer ejercicio, como las personas mayores”.
Gualano dijo que los beneficios potenciales de los “refrigerios para hacer ejercicio” incluyen una mejor salud metabólica y menos tiempo sentado.
“Estos beneficios se pueden lograr incluso con actividades no estructuradas y muy ligeras, que no encajan exactamente en la categoría de meriendas para hacer ejercicio”, dijo.
“Esta estrategia se puede aplicar potencialmente en cualquier lugar del hogar o la oficina, ya que no implica ningún equipo o dispositivo específico”.
Gualano dijo que se necesita más investigación para comprender la efectividad y seguridad a largo plazo de períodos cortos de actividad, pero agregó: “La conclusión es que estas estrategias deben personalizarse”.