TAIPEI, Taiwán (AP) — El vicepresidente Han Zheng, representante de China en la toma de posesión de Donald Trump el lunes, es un asesor confiable del presidente Xi Jinping, un fogueado sobreviviente de la política china que pasó de trabajar duro en granjas colectivas y fábricas a convirtiéndose en una de las personas más poderosas del país.
La atrevimiento de China de expedir a Han, en circunstancia de a su embajador a Washington, como es habitual, parece ser una señal cuidadosamente calibrada de que está dispuesta a mejorar las relaciones con Estados Unidos, sin dejar a Xi expuesto a críticas en caso de que los vínculos empeoren.
Muchas de las cuestiones bilaterales más divisivas tienen que ver con el comercio, con Trump amenazando con imponer aranceles del 60% a las importaciones de China, pero las relaciones adicionalmente se han desgastado por la tecnología y las medidas de China para hacer implicar sus reclamos territoriales en el Mar de China Meridional.
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Como muchos jóvenes chinos, Han fue enviado al campo durante la Revolución Cultural para “educarse de los campesinos” por orden del entonces líder Mao Zedong. Muchos, a su regreso a las ciudades, encontraron trabajo en industrias estatales.
Han, de 70 primaveras, ascendió en las filas del centro financiero de Shanghai durante las décadas de 1980 y 1990, acoplado cuando la patrimonio de China se estaba incendiando, y al mismo tiempo ocupó puestos directivos en el Partido Comunista y en las industrias química y del caucho. Allí llamó la atención de altos dirigentes y fue elevado a nivel de gobierno de distrito ayer de convertirse en corregidor de la ciudad y luego secretario del partido, el puesto más stop de la ciudad, tras un escándalo financiero que involucró a su predecesor. Xi había ocupado brevemente el cargo luego del escándalo, dándole a Han paso a él ayer de que se convirtiera en el nuevo líder de China.
En 2017, Han alcanzó la cúspide del poder político chino, el Comité Permanente del Politburó de siete miembros del partido, y luego de cumplir un mandato de cinco primaveras se le asignó el puesto de vicepresidente, un cargo al que Xi ha imbuido de un nuevo peso como asesor y enviado.
A lo desprendido de su carrera, Han ha demostrado talento para la diplomacia discreta, ayudando a muletear con los disturbios en Hong Kong y asistiendo a numerosos eventos internacionales como la Asamblea Habitual de las Naciones Unidas.
El domingo, Han se reunió con el vicepresidente electo de Estados Unidos, JD Vance, y con líderes empresariales estadounidenses, incluido Elon Musk, en Washington en vísperas de la toma de posesión.