El vehículo eléctrico de pila de combustible de hidrógeno Toyota Mirai no ha sido un éxito de ventas internacional debido a la deficiente infraestructura del hidrógeno, el gasto y el diseño polarizador, pero resultó exitoso para las fuerzas ucranianas, que recogieron piezas del coche de hidrógeno para crear la bomba de hidrógeno más pequeña del mundo.
Hay que tener en cuenta que no se trataba de un pequeño dispositivo termonuclear, a veces llamado coloquialmente “bomba de hidrógeno”. En la fabricación de este explosivo no se dañó ningún material fisible, solo un Mirari ya destrozado y un robot repartidor de pizzas. Según informes de la prensa pro-ucraniana Euromaidan Press, las fuerzas rusas no habían logrado tomar la ciudad de Vovchansk y se habían retirado a una planta de agregados justo al norte del río.
En vista de las circunstancias de la batalla de Vovchansk y de la interrupción de las operaciones por parte de los sistemas de guerra electrónica rusos, los ucranianos tuvieron que adoptar un enfoque diferente. Decidieron utilizar piezas de repuesto de vehículos eléctricos destrozados para crear una bomba innovadora. Esta bomba se construyó utilizando una pila de combustible de hidrógeno completamente cargada procedente de un Toyota Mirai destrozado y pesaba más de doscientos kilogramos. Era capaz de infligir graves daños a las defensas rusas, comparables a los de una bomba aérea.
La composición de hidrógeno de la bomba le permitió generar poderosas ondas expansivas, bolas de fuego, escombros y nubes en forma de hongo. Como los drones estaban en peligro por la guerra electrónica y la bomba era demasiado pesada para ser lanzada desde el aire, los ucranianos optaron por utilizar un dron terrestre operado a distancia para transportar la bomba a las posiciones rusas.
El dron terrestre que transportaba la bomba fue enviado sobre una sección estrecha e intacta de un puente parcialmente destruido a lo largo de la calle Metalista, lo suficientemente ancho para que el dron pudiera atravesarlo.
Puedes ver el alcance completo del viaje del pequeño dron en esta publicación de Twitter de la resistencia ucraniana.
Obviamente, Toyota no va a lanzar un coche propulsado por hidrógeno con un depósito que pueda explotar cuando el conductor de un Mirai inevitablemente se estrelle con su coche. El depósito de hidrógeno de alta presión situado en la parte trasera de un Mirai es prácticamente impenetrable, a menos que, como hacen los ucranianos, lo cubras por todos lados con explosivos plásticos y lo lleves directamente a un campamento ruso.
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