El sueño ayuda a que su cerebro se prepare para el futuro, y ahora sabemos cómo

Su cerebro no solo debe prolongar un vasto archivo de los memorias existentes, sino que asimismo debe realizar un seguimiento de las cosas nuevas cada día. Eso requiere prepararse para pugnar con nuevos memorias ayer de que ocurran, incluso mientras procesan los viejos.

Es adecuadamente sabido que el sueño es importante para la memoria y el estudios, entre otras cosas, pero todavía estamos descubriendo muchos de los mecanismos precisos involucrados.

Tradicionalmente, se ve como un proceso orientado en torno a detrás: experimentamos poco, la memoria se procesa y se conserva durante las noches posteriores de sueño, y podemos recordarlo a voluntad más tarde.

Según un nuevo estudio, sin requisa, el sueño parece ayudarnos a procesar no solo los memorias pasados, sino asimismo los futuros. Encima de consolidar y conservar memorias mientras dormimos, el estudio sugiere que nuestros cerebros asimismo nos están preparando activamente para registrar los próximos eventos.

La memoria es un engendro amplio y multifacético que nos ayuda a hacernos quienes somos, y desde nuestra perspectiva subjetiva puede parecer casi mágica, de alguna guisa más allá de los componentes discretos.

Sin requisa, no lo es. A nivel celular, grupos de neuronas especializadas conocidas como células Engram codifican físicamente nuestras experiencias de vida en un formato que podemos rememorar más delante.

Investigaciones anteriores han dejado en claro que tumbarse es crucial para que este proceso funcione correctamente, pero muchos detalles fisiológicos siguen sin estar claros. Encima de simplemente juntar memorias, nuestros cerebros asimismo realizan increíbles hazañas de procesamiento y ordenamiento, gran parte de las cuales ocurre durante el tiempo de inactividad mental.

Para el nuevo estudio, los investigadores en Japón buscaron formarse más sobre el papel que juega el sueño en el procesamiento de la memoria, incluida la preparación para experiencias memorables que aún no han sucedido.

Los autores utilizaron un sistema de imágenes para ratones en movimiento autónomamente que pueden revelar células Engram y no engramas en las etapas del procesamiento de la memoria. Pudieron rastrear la actividad neuronal ayer, durante y luego de eventos memorables, los ratones experimentaron.

Esto arrojó una nueva luz sobre el comportamiento de las poblaciones de neuronas específicas en varias condiciones cognitivas, incluso mientras los ratones durmieron tanto ayer como luego de las experiencias de estudios.

Los resultados resaltaron dos procesos paralelos que se desarrollan en el sueño posterior al estudios. Primero, las células Engram que inicialmente codificaban una memoria mostraron patrones de reactivación predecibles, parte del procedimiento adecuadamente documentado del cerebro para consolidar memorias durante el sueño.

El estudio asimismo reveló otra población interesante de neuronas, que aún no estaban asociadas con memorias específicos. Estas “células de engrama para ser”, como los llaman los investigadores, se sincronizó cada vez más a medida que los ratones durmieron luego del estudios. Más tarde, los mismos grupos de neuronas codificaron nuevos memorias diferentes.

“Las células para ser de enchufes exhibieron una longevo coactividad con las células de Engram existentes durante el sueño, lo que sugiere que esta interacción ayuda a dar forma a las nuevas redes de memoria”, dice el coautor Kaoru Inokuchi, profesor de bioquímica en la Universidad de Toyama en Japón.

Los investigadores asimismo desarrollaron un maniquí de red neuronal para afectar la actividad en el hipocampo, con la esperanza de iluminar aún más la mecánica subyacente.

El maniquí señaló a sináptico depresión y la escalera, los fenómenos conocidos por modificar las conexiones neuronales durante el sueño, como es probable que sea importante para organizar estas células de engrama, un servicio que disminuyó en el maniquí cuando esos mecanismos estaban deshabilitados.

Las células de Engram y Engram-Be mostraron una coactivación intrigante en el sueño posterior al estudios, según el estudio, insinuando alguna coordinación o incluso transferencia de datos entre las redes neuronales para memorias pasados ​​y próximos.

Esto sugiere que la calidad del sueño entre los eventos de estudios puede influir no solo en nuestra retención de lo que hemos aprendido hasta ahora, sino asimismo qué tan adecuadamente conservaremos nueva información en el futuro cercano.

Si adecuadamente se necesita más investigación, esta podría ser una visión valiosa para la educación y el tratamiento de los trastornos de la memoria, y podría ayudar a descubrir formas novedosas para ayudar a las personas a maximizar su rendimiento cognitivo.

“Creemos que manipular la actividad cerebral durante los patrones de sueño o sueño puede descubrir métodos para mejorar la memoria al desbloquear el potencial subyacente del cerebro”, dice Inokuchi.

Sobre todo, sin requisa, estos hallazgos se suman a la montaña de evidencia existente de que todos deberíamos tumbarse en serio.

“Queremos que las personas entiendan que el sueño no se tráfico solo de descansar, sino que juega un papel crucial en la forma en que el cerebro procesa la información”, dice Inokuchi. “Con eso en mente, esperamos que todos comiencen a valorar más el sueño y usarlo como una forma de mejorar su calidad de vida militar”.

El estudio fue publicado en Comunicaciones de la naturaleza.

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