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El submarino Titán tuvo que abortar una inmersión días antes de la implosión fatal: testimonio

El sumergible Titán tuvo que abortar una inmersión pocos días antes de la implosión que mató a sus cinco pasajeros mientras exploraban los restos del Titanic, testificó el jueves un ex empleado de la compañía que operaba el barco.

El testimonio del ex director científico de OceanGate, Steven Ross, se produjo cuando la Guardia Costera de Estados Unidos comenzó el lunes una audiencia de dos semanas sobre la catástrofe de 2023, que presentará evidencia de lo que salió mal y si una falla física o de diseño contribuyó al accidente, que atrajo la atención mundial.

Ross dijo en la audiencia que la inmersión anterior tuvo que ser abortada debido a un mal funcionamiento de la válvula que dejó al menos a un pasajero colgando boca abajo y que tomó “un tiempo considerable” corregirlo.

Dijo que cuando el sumergible, de propiedad y operación privada, emergió durante esa inmersión, se inclinó de modo que su proa apuntaba hacia arriba en un ángulo de 45 grados.

Ross, que se encontraba dentro junto a otros cuatro pasajeros, explicó que “no hay nada a lo que agarrarse dentro de este sumergible”.

El piloto ese día –el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush, quien murió en la implosión días después– “se estrelló contra el mamparo trasero”, dijo Ross.

“El resto de los pasajeros se tambalearon y yo acabé de pie sobre el mamparo trasero”, continuó.

“Un pasajero quedó colgado boca abajo y los otros dos lograron encajarse en la tapa del extremo de proa”.

Dijo que nadie resultó herido en el incidente, pero que dentro del espacio reducido y estrecho “era incómodo y desagradable, y tomó un tiempo considerable corregir el problema”; al menos una hora, según sus cálculos.

Rush, dijo, estaba “molesto” por el incidente.

Rush y cuatro pasajeros descendieron en el sumergible el 18 de junio de 2023 para observar los restos del Titanic.

Pero el contacto se perdió menos de dos horas después de la partida y se puso en marcha una gran operación de rescate con la esperanza de que los pasajeros simplemente se hubieran quedado sin energía y estuvieran a la deriva sin remedio en las profundidades del océano.

Sin embargo, al cabo de unos días quedó claro que el submarino había sido destruido en una implosión cataclísmica.

Se presume que las víctimas murieron instantáneamente en el desastre, que se produjo bajo la aplastante presión del Atlántico Norte a una profundidad de más de dos millas (casi cuatro kilómetros).

Además de Rush, los otros cuatro a bordo del Titán eran el explorador británico Hamish Harding, el experto en submarinos francés Paul-Henri Nargeolet, el magnate británico-paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman.

La familia de Nargeolet ha llevado a OceanGate a los tribunales, reclamando 50 millones de dólares por negligencia.

Se encontró un campo de escombros a 1.600 pies (500 metros) de la proa del Titanic, que se encuentra a 400 millas de la costa de Terranova, Canadá.

El Titanic chocó contra un iceberg y se hundió en 1912 durante su viaje inaugural de Inglaterra a Nueva York, con 2.224 pasajeros y tripulantes a bordo. Murieron más de 1.500 personas.

árbitro/st/jgc