El presidente Nicolás Reflexivo se roba otra dilema en Venezuela

Antiguamente de que millones de venezolanos hicieran fila para sufragar en la dilema presidencial más crucial de la historia moderna de Venezuela, Edmundo González, el candidato de la examen de 74 abriles, dijo a los periodistas que se sentía animoso sobre la vencimiento. “Estamos seguros de que nuestro ganancia de vencimiento será tan abrumador que abrirá una nueva sinceridad política en el país y eso abrirá espacios para la negociación”, dijo González, un ex diplomático, a The Washington Post. “Tal vez sea una ilusión”.

De hecho, así fue. Posteriormente de que casi 10 millones de venezolanos emitieron sus votos, Nicolás ReflexivoEl presidente venezolano, que ha gobernado el país sudamericano rico en petróleo durante 11 abriles, se declaró triunfador. Según el Consejo Doméstico Electoral, controlado por el gobierno, Reflexivo recibió el 51,2% de los votos frente al 44,2% de González, un resultado que la líder opositora María Corina Machado denunció rápidamente como fraudulento. Ella no fue la única. El presidente chileno Gabriel Boric tuiteó que Pimiento no reconocería el recuento. Javier Milei, presidente de Argentina, dijo lo mismo. El secretario de Estado Antony Blinken expresó su preocupación de que la votación no reflejara la voluntad del pueblo venezolano.

El gobierno de Reflexivo hizo todo lo posible para inclinar la báscula a su merced, utilizando la maquinaria estatal para impedir que el movimiento oponente pudiera recorrer el país sin obstáculos. Los trabajadores de la campaña fueron encarcelados. A los venezolanos que habían negligente el país abriles ayer correcto a la mala trámite económica de Reflexivo, un liga secreto de votantes de la examen, les resultó extremadamente difícil participar.

Algunos centros de votación fueron reubicados en el zaguero minuto, lo que generó confusión. A Machado, apodada la “Dama de Hierro” de Venezuela por su infatigable campaña contra la dictadura de Reflexivo, se le prohibió presentarse como candidata (González fue la reemplazante elegida personalmente por Machado). Y a los observadores electorales de la Unión Europea se les impidió ingresar a Venezuela.

Se negociación de una píldora difícil de tragar para la empresa del presidente Joe Biden. El año pasado, había una sensación de cautelosa esperanza de que tal vez Venezuela estuviera dando un molinete a posteriori de más de una período de represión política y fruncimiento económica. Posteriormente de meses de negociaciones secretas con los representantes de Reflexivo, Washington y Caracas llegaron a un acuerdo.

A cambio de que Reflexivo abriera el sistema político, permitiera a la examen competir en una dilema suelto y lucha y permitiera el ingreso de observadores electorales internacionales al país, el gobierno de Biden aceptó el asonada parcial de las sanciones a la industria petrolera venezolana. Reflexivo y la examen firmaron su propio acuerdo para refrescar el padrón electoral y dar a todos los candidatos golpe a los medios de comunicación.

Sin confiscación, los funcionarios estadounidenses enfatizaron que las restricciones económicas volverían a implementarse si Reflexivo incumplía los términos. No pasó mucho tiempo para que eso sucediera. A Machado todavía no se le permitió postularse. Las ondas de radiodifusión siguieron dominadas por el relato del gobierno, que criticó a la examen como un clan de fascistas que buscaban transigir la desavenencia y la miseria al pueblo venezolano. A los venezolanos en el extranjero les resultó casi difícil emitir su voto. En abril de este año, Estados Unidos restableció las sanciones petroleras, argumentando que Reflexivo nunca tuvo la intención de implementar el acuerdo en primer ocasión. Los resultados electorales anunciados el lunes por la mañana fueron el zaguero clavo en el féretro.

Para Reflexivo, este fin de semana fue agridulce. Reflexivo, un ex chofer de autobús y líder sindical que llegó al poder a espaldas de su mentor, Hugo Chávez, tiene un don para la supervivencia política, aunque se podría asegurar que es el peor caudillo de Estado del mundo. Venezuela solía ser una de las naciones más ricas de Sudamérica; ahora, es una de las más pobres. La bienes del país ha perdido el 80% de su valencia durante los 11 abriles de gobierno de Reflexivo, como consecuencia de sus políticas económicas con tintes ideológicos, el estropicio de la industria petrolera venezolana y un régimen de sanciones de Estados Unidos que no ha hecho más que exacerbar la éxodo venezolana.

Y, sin confiscación, a pesar de su trascendental yerro de logros, Reflexivo ha acabado no solo extender su poder, sino igualmente consolidarlo. Posteriormente de cada intento de crimen con drones en 2018, un intento de llamada de Estado por parte del entonces líder de la examen Juan Guaidó en 2019 u otro intento de llamada de Estado en 2020 a manos de estadounidenses rebeldes, Reflexivo ha tomado medidas drásticas contra cualquier amenaza percibida a su gobierno. El ejército de Venezuela, uno de los principales centros de poder del país, está firmemente en manos de Reflexivo, no por apego al dictador, sino más perfectamente porque el acuerdo es bueno para los altos mandos. Hasta la votación de este año, la examen estaba notoriamente dividida contra sí misma. Reflexivo alimentó esas divisiones y las explotó para su beneficio personal.

¿Cómo responderá Estados Unidos a todo esto?

Lamentablemente para los responsables de las políticas estadounidenses, no hay ninguna buena opción sobre la mesa. Es poco probable que un regreso a la campaña de máxima presión del gobierno de Donald Trump, que Biden mantuvo hasta la flexibilización temporal del año pasado, logre poco más de lo que logró en el pasado. Y seamos honestos: por más lucha que fuera la política desde un punto de aspecto recatado, los beneficios prácticos fueron prácticamente inexistentes. El único propósito de la presión era exigir a Reflexivo a renunciar a la presidencia o, en su defecto, negociar seriamente con amplios segmentos de la sociedad venezolana para que el país volviera a la senda democrática. En sinceridad, lo único que hicieron las sanciones fue aplastar aún más una bienes venezolana ya aplastada.

Por otro banda, Estados Unidos podría alcanzar teóricamente a la deprimente conclusión de que es probable que Reflexivo sea el líder de Venezuela al menos hasta 2030 (y probablemente más tiempo) y organizar las relaciones con la esperanza de que un compromiso total de Estados Unidos modere los instintos del hombre. Pero eso es muy poco probable: no sería aceptado en el Capitolio y Reflexivo desconfía intrínsecamente de las intenciones de Washington. La respuesta política de Estados Unidos tendrá que estar en algún punto intermedio.

Las elecciones de este fin de semana no favorecerán en nulo las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.

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Daniel De Petris es miembro de Defense Priorities y columnista de asuntos exteriores del Chicago Tribune.

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