Por Antonella Cinelli y Gavin Jones
ROMA (Reuters) – El naufragio de un yate de lujo amarrado frente a la costa de Sicilia es la última señal de que el Mediterráneo se está convirtiendo en un mar más peligroso para navegar, dicen expertos en clima y capitanes.
Un hombre murió y seis personas siguen desaparecidas, incluido el empresario tecnológico británico Mike Lynch, después de que el Bayesian, un velero de 56 metros de largo (184 pies), fuera golpeado por una feroz tormenta el lunes, hundiéndose en cuestión de minutos.
Los climatólogos dicen que el calentamiento global está haciendo que estas violentas e inesperadas tempestades sean más frecuentes en un mar utilizado como patio de recreo de verano para millones de turistas, incluidos unos pocos ricos que navegan por sus aguas en superyates.
Luca Mercalli, presidente de la sociedad meteorológica italiana, dijo que la temperatura de la superficie del mar alrededor de Sicilia en los días previos al naufragio era de unos 30 grados Celsius (86 grados Fahrenheit), casi tres grados más de lo normal.
“Esto crea una enorme fuente de energía que contribuye a estas tormentas”, dijo a Reuters.
Los cambios en el “Mare Nostrum” (Nuestro Mar), como llamaban los antiguos romanos al Mediterráneo, también los notan patrones experimentados como Massimo Aramu, que dirige la escuela de vela Akua en la costa cercana a la capital italiana.
Aramu, que actualmente navega alrededor de Grecia, dijo que no le gusta navegar por la costa tirrena italiana alrededor de Sicilia o las islas Baleares españolas porque “a menudo hay situaciones críticas con poca advertencia”.
La semana pasada, un temporal similar al que hundió al Bayesian azotó el archipiélago balear, que incluye las islas de Ibiza y Mallorca, dejando varios yates varados en la costa.
Giuliano Gallo, un ex capitán que cruzó el Atlántico y ha escrito varios libros sobre navegación, dijo que el Mediterráneo se estaba pareciendo más al Caribe, que tiene zonas que muchos barcos evitan en ciertas épocas del año.
“Pero las cosas son menos predecibles en el Mediterráneo”, dijo.
Otra señal del clima más errático en el Mediterráneo se vio hace un año cuando miles de personas murieron en Libia por inundaciones repentinas provocadas por el llamado medicane, una tormenta mediterránea supercargada alimentada por mares más cálidos.
Karsten Borner, el capitán de un barco que estaba amarrado al lado del Bayesiano pero que no sufrió daños, dijo que la tormenta del lunes había sido “muy violenta, muy intensa, mucha agua y creo que un sistema giratorio como un tornado”.
También culpó a los episodios más frecuentes de calor intenso durante los meses de verano por jugar un papel en causar tales tormentas.
“El agua está… demasiado caliente para el Mediterráneo y eso provoca con seguridad fuertes tormentas, como la que tuvimos hace una semana en las Baleares, como la que tuvimos hace dos años en Córcega, etc.”, explicó.
(Información adicional de Gavin Jones y Giselda Vagnoni; redacción de Gavin Jones; edición de Crispian Balmer y Helen Popper)