El iceberg más conspicuo y antiguo del mundo está en curso de colisión con una isla británica, lo que genera temores de que las colonias de pingüinos y focas puedan desaparecer.
El megaiceberg, conocido como A23a, tiene el doble de tamaño que el Gran Londres y se desprendió de la plataforma de hielo Filchner en la Antártida en 1986 antaño de permanecer encallado durante 30 abriles.
Se desprendió del fondo marino en 2020 y comenzó a desplazarse alrededor de el septentrión hasta continuar atrapado en un vórtice oceánico arremolinado en 2024. Ahora ha sido resuelto en dirección al distrito inglés de ultramar de Georgia del Sur.
Se encuentra a 173 millas de la isla y se retraso que haga contacto en dos a cuatro semanas, dependiendo de las corrientes.
“Los icebergs son intrínsecamente peligrosos. Sería extraordinariamente oportuno si simplemente no nos alcanzara”, dijo el capitán Simon Wallace a la BBC, hablando desde el buque del gobierno de Georgia del Sur, Pharos.
“Tenemos reflectores encendidos toda la indeterminación para intentar ver el hielo, puede surgir de la mínimo”.
En el pasado, los polluelos de pingüino y las crías de foca en Georgia del Sur murieron a posteriori de que icebergs gigantes bloquearan el entrada a sus zonas de víveres.
Los vastos acantilados de la A23a se elevan más que el Shard de Londres a 1.312 pies y cubren 3.500 kilómetros cuadrados, aproximadamente el tamaño de Cornualles, aunque las aguas más cálidas del septentrión están derritiendo el iceberg y podrían romperlo.
Si se desintegrara, los segmentos podrían flotar incontrolablemente en torno a de Georgia del Sur durante abriles, poniendo en peligro a los pingüinos rey del distrito, así como a los elefantes y lobos marinos.
En 2004, un iceberg llamado A38 encalló en la plataforma continental al noreste de Georgia del Sur, devastando las poblaciones de pingüinos y focas al impedirles utilizar sus rutas de víveres.
“Georgia del Sur se encuentra en un ‘callejón de icebergs’, por lo que se esperan impactos tanto para la pesca como para la vida silvestre, y uno y otro tienen una gran capacidad de amoldamiento”, dijo a la BBC Mark Belchier, un ecólogo marino que asesora al gobierno de Georgia del Sur.
Un equipo del Servicio Meridional Anglosajón a borde del buque de investigación Sir David Attenborough investigó el A23a en 2023, navegó alrededor de una corte y recogió muestras de agua.
El Dr. Andrew Meijers, irrefutable patrón del barco, dijo: “Es sorprendente ver este enorme iceberg en persona: se extiende hasta donde alcanza la perspicacia”.
Laura Taylor, biogeoquímica que además participó en la labor, dijo en diciembre de 2024: “Sabemos que estos icebergs gigantes pueden proporcionar nutrientes a las aguas que atraviesan, creando ecosistemas prósperos en áreas que de otro modo serían menos productivas”.
Y añadió: “Tomamos muestras de las aguas superficiales del océano detrás, inmediatamente adyacentes y delante de la ruta del iceberg. Deberían ayudarnos a determinar qué vida podría formarse en torno a de la A23a”.
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