PARÍS (AP) — Los organizadores de los Juegos Olímpicos dijeron el domingo que las pruebas arbitrarias impuestas a las boxeadoras Imane Khelif y Lin Yu-Ting, que dieron lugar a una ola de críticas que las identificaron erróneamente como transgénero u hombres, fueron “tan defectuosas que es imposible abordarlas”.
El portavoz del Comité Olímpico Internacional, Mark Adams, volvió a defender enérgicamente a Khelif de Argelia y a Lin de Taiwán, atacando al organismo rector de este deporte, ahora prohibido, la Asociación Internacional de Boxeo, que afirmó que los peleadores no aprobaron pruebas de elegibilidad no especificadas para la competencia femenina.
Los dos atletas fueron “sacados en carritos y examinados” durante el campeonato mundial de boxeo de 2023 porque “había sospechas contra ellos”, dijo Adams, criticando el proceso que los destacó.
“No hace falta decir que si empezamos a actuar en base a sospechas sobre cualquier deportista o lo que sea, estaremos yendo por un camino muy malo”, afirmó.
Rechazó la prueba en su totalidad.
“Hay toda una serie de razones por las que no vamos a abordar este tema”, dijo Adams. “En parte, por confidencialidad. En parte, por cuestiones médicas. En parte, porque no había ninguna base para la prueba en primer lugar. Y en parte, porque compartir datos de este tipo también va en contra de las normas, de las normas internacionales”.
“Todo el proceso es defectuoso”, añadió Adams. “Desde la concepción de la prueba, pasando por la forma en que se compartió con nosotros y hasta la forma en que se hizo pública, es tan defectuoso que resulta imposible analizarlo”.
Lin y Khelif han estado en el centro de un enfrentamiento sobre la identidad de género y las regulaciones en los deportes, ya que los críticos han mencionado su descalificación el año pasado. La IBA afirmó que no cumplieron “los criterios de elegibilidad necesarios requeridos y se determinó que tenían ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas”.
El organismo rector dominado por Rusia recibió el castigo sin precedentes de ser prohibido permanentemente de los Juegos Olímpicos el año pasado y no ha organizado un torneo olímpico de boxeo desde los Juegos de Río de Janeiro en 2016.
Adams confirmó que el COI recibió una carta de la IBA que, según el sitio web 3 Wire Sports, se refería a Khelif y Lin y que, según dijo, fue enviada en junio del año pasado a los organizadores olímpicos.
Adams no quiso comentar el contenido de la carta, pero reiteró: “Esas pruebas no son legítimas”.
“Sí, había una carta”, dijo. “No voy a hablar de los detalles íntimos de los atletas en público, lo que creo que es bastante vergonzoso para quienes han filtrado ese material. Francamente, estar en esa posición debe ser horrible. Además de todo el acoso en las redes sociales que estos atletas han sufrido”.
El presidente del COI, Thomas Bach, había intentado el sábado poner punto final a días de escrutinio global sobre las boxeadoras y lo que describió como una “guerra cultural” con motivaciones políticas.
“Tenemos dos boxeadoras que nacieron como mujeres, que fueron criadas como mujeres, que tienen un pasaporte de mujer y que han competido durante muchos años como mujeres”, dijo Bach. “Algunos quieren tener una definición de lo que es una mujer”.
Bach relacionó el furor con lo que llamó una campaña más amplia, liderada por Rusia, contra el COI y los Juegos Olímpicos de París, donde sólo 15 atletas rusos compiten como neutrales. El COI y los organismos deportivos internacionales han aislado a Rusia debido a la invasión de Ucrania por parte del país.
“Lo que hemos visto por parte de Rusia y en particular de la (IBA)”, dijo Bach, “ellos ya han emprendido mucho antes de estos Juegos una campaña de difamación contra Francia, contra los Juegos, contra el COI”.
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Juegos Olímpicos de AP: cni