Un barco de la Armada de Nueva Zelanda que se estrelló contra un arrecife de coral antiguamente de incendiarse y hundirse quedó en piloto maquinal, según descubrió una investigación oficial.
Los miembros de la tripulación del HMNZS Manawanui habían pensado que el barco estaba bajo control manual mientras navegaba en aguas de Samoa.
Las 75 personas a borde fueron evacuadas de forma segura. Pero el barco sumergido comenzó a derramar petróleo en el océano, lo que generó temores en las aldeas costeras cercanas.
El HMNZS Manawanui fue el primer barco que Nueva Zelanda perdió desde la Segunda Querella Mundial. Era uno de los nueve barcos de la pequeña flota naval del país.
El primer mensaje de una investigación sobre el incidente se publicó el viernes. Descubrió que los miembros de la tripulación habían creído que había problemas con el propulsor del barco cuando no podían cambiar la dirección del barco.
Pero nadie de los tripulantes se había molestado en comprobar si el barco todavía estaba en piloto maquinal antiguamente de chocar.
El director de la Armada, Garin Golding, dijo a los periodistas que “la causa directa del encallamiento se ha determinado como una serie de errores humanos”.
“La memoria muscular de la persona que tenía el control debería haberse inclinado en dirección a ese panel y comprobar si la pantalla decía piloto maquinal o no”.
Se dilación que la investigación finalice el próximo año. Golding dijo que una vez finalizada la investigación, los funcionarios iniciarían un proceso disciplinario separado que involucraría a tres miembros anónimos de la tripulación.
“Quiero asegurarle al evidente de Nueva Zelanda que aprenderemos de esta situación y que me corresponde a mí, como Jefe de la Armada, recuperar su confianza”, dijo.
Añadió que los buzos estaban monitoreando la “lenta y persistente fuga”.
Si acertadamente está previsto que esta semana se transporte equipo a Samoa para eliminar el combustible y otros contaminantes del barco, las autoridades de Nueva Zelanda no han anunciado planes para retirar el barco.
El barco estaba realizando un estudio de las aguas frente a la isla de Upolu cuando chocó contra un arrecife y se incendió durante un episodio de mal tiempo y navegación. Se hundió poco luego.
En los días siguientes, los usuarios de las redes sociales comenzaron a trolear a la capitana del barco, alegando que su apartado era el culpable.
Estos comentaristas fueron denunciados en su momento por el Ministro de Defensa de Nueva Zelanda como “almirantes de sillón”.