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El martes por la mañana, alrededor de 120 invitados entrarán en la antigua cervecería Carlsberg-Tetley en Silvertown, Newham, para presenciar el regreso de Craig Green a las pasarelas de Londres después de una ausencia de dos años. Además de albergar una estridente escena rave de fin de semana, el edificio ha sido, durante siete años, el hogar del estudio de Green, que es precisamente donde se lleva a cabo el espectáculo. Cuando nos ponemos al día con la semana anterior, Green admite que está cada vez más nervioso ante la perspectiva y luego agrega: “Quería hacer algo esta temporada que me asustara. Y no me corresponde a mí invitar a todos a mi espacio personal”.
Superar los límites del espacio mediante la exploración de dicotomías extremas en la vestimenta masculina es uno de los atributos que convirtió a Green en el diseñador de ropa masculina británico más influyente de la década de 2010. Ese título no es solo una hipérbole: Green ganó el Premio de Moda Británica al Diseñador de Ropa Masculina en 2016, 2017 y 2018. Sus trofeos descansan en la estantería detrás de su escritorio.
A finales de la década, tras la retirada de Burberry de la programación masculina bajo la dirección de Riccardo Tisci, Green era el mayor atractivo en el calendario de moda masculina de Londres: su principal atractivo. Luego, en enero de 2020, dio el paso a París para un espectáculo épico que pareció indicar la fácil exportación de su supremacía, hasta que el Covid llegó poco después.
Desde entonces, los espectáculos y presentaciones de Green se realizan entre las dos capitales, cada 12 meses. “Pero ahora estamos cambiando de nuevo. Volviendo a dos por año, con un momento especialmente importante”. Este espectáculo londinense fuera de horario, dice Green, es el ritmo inicial de un ritmo cuya forma y tempo se harán más evidentes en enero y junio próximos. Realizar espectáculos en vivo, añade, es una parte clave de ello. “Siempre me ha encantado el aspecto físico de un espectáculo. Es parte de lo que me atrajo de la moda en primer lugar: ir a ver los desfiles de Gareth Pugh cuando era estudiante era muy emocionante. Y habla de la idea de unir a su comunidad y sentir esa energía. Y esa es en parte la razón por la que este espectáculo se lleva a cabo en el estudio”, dice.