ISLAMABAD, 6 de junio (APP): Un estudio reciente realizado en Estados Unidos revela un aumento significativo en la incidencia de accidentes cerebrovasculares entre personas jóvenes y de mediana edad a nivel mundial durante la última década.
Según una investigación publicada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las principales causas de accidente cerebrovascular incluyen la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol alto y la inactividad física.
Según el informe, estos factores, combinados con las opciones de estilo de vida, han contribuido al aumento de las tasas de accidentes cerebrovasculares entre las poblaciones más jóvenes.
Los síntomas de un derrame cerebral pueden variar, pero a menudo incluyen entumecimiento o debilidad repentina en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
Otros síntomas incluyen confusión, dificultad para hablar o comprender el habla, problemas de visión en uno o ambos ojos, dificultad para caminar, pérdida del equilibrio y dolor de cabeza intenso sin causa conocida.
Los expertos estadounidenses revisaron datos de miles de personas en varios estados para analizar las tasas de accidentes cerebrovasculares y la demografía.
Los hallazgos del estudio indicaron que el riesgo de sufrir un derrame cerebral entre las personas más jóvenes ha aumentado un 15 por ciento en los últimos 10 años.
Se ha informado que personas de hasta 18 años sufren accidentes cerebrovasculares, un cambio notable en comparación con tendencias pasadas donde los accidentes cerebrovasculares eran más comunes en adultos mayores.
Los expertos atribuyen este cambio a diversos factores de estilo de vida y salud, incluida la mala alimentación, la falta de actividad física y el aumento de los niveles de estrés.
Los expertos recomiendan que las personas, especialmente los adultos más jóvenes, adopten estilos de vida más saludables para mitigar el riesgo de accidente cerebrovascular.
La actividad física regular, una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, controles médicos de rutina y el manejo del estrés son medidas preventivas cruciales.