Casi 1.800 millones de adultos corren el riesgo de padecer enfermedades como cáncer, accidentes cerebrovasculares, demencia y diabetes debido a la falta de ejercicio, y la situación está empeorando, según un informe.
El nuevo estudio de investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y académicos concluyó que la inactividad física a nivel mundial aumentó alrededor de cinco puntos porcentuales entre 2010 y 2022. En general, casi un tercio de los adultos, el 31 por ciento, en todo el mundo no hace suficiente ejercicio, frente al 23 por ciento (900 millones de personas) en 2000 y el 26 por ciento en 2010.
Si las tendencias actuales continúan, los expertos predicen que para 2030, alrededor del 35 por ciento de las personas no harán suficiente ejercicio.
Cuando se trata de diferencias de género, parece que las mujeres tienen consistentemente menos probabilidades de hacer ejercicio que los hombres, con tasas de inactividad del 34 por ciento en comparación con el 29 por ciento.
El nuevo estudio, publicado en la revista The Lancet Global Health, advirtió que el mundo no está cumpliendo el objetivo global de reducir la inactividad física para 2030.
“Estos nuevos hallazgos resaltan una oportunidad perdida para reducir el cáncer y las enfermedades cardíacas y mejorar el bienestar mental mediante una mayor actividad física”, dijo el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Debemos renovar nuestro compromiso de aumentar los niveles de actividad física y priorizar medidas audaces, incluidas políticas reforzadas y mayor financiación, para revertir esta preocupante tendencia”, afirmó.
La OMS recomienda que los adultos realicen 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa cada semana.
La OMS define la actividad física insuficiente como no cumplir estas pautas de ejercicio semanal.
El nuevo estudio, que incluyó datos y estimaciones de 163 países y territorios, encontró que las personas mayores de 60 años son menos activas que las más jóvenes.
Y aunque los países occidentales de altos ingresos parecen estar reduciendo lentamente las tasas de inactividad, hasta el 28 por ciento de la población en 2022, todavía están lejos de lograrlo.
La Asamblea Mundial de la Salud ha establecido un objetivo global –que muchos esperan que no se alcance– de reducir en un 15% la actividad física insuficiente entre 2010 y 2030.
“La inactividad física es una amenaza silenciosa para la salud mundial y contribuye significativamente a la carga de enfermedades crónicas”, afirma el Dr. Rudiger Krech, director de promoción de la salud de la OMS.
“Al hacer que la actividad física sea accesible, asequible y placentera para todos, podemos reducir significativamente el riesgo de enfermedades no transmisibles y crear una población más saludable y productiva”.
El Dr. Panagiota Mitrou, director de investigación, políticas e innovación del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, dijo: “Este informe oportuno es una llamada de atención al mundo de que es necesario hacer más para alentar a las personas a ser más activas.
Nunca es tarde para empezar a ponerse en forma
La Asociación Médica Estadounidense publicó la evaluación de más de 5.000 ancianos chinos, la mayoría de ellos mayores de 80 años, incluidos más de 1.500 que alcanzaron los 100 años.
El equipo advirtió que no podían explicar adecuadamente el efecto del “nivel socioeconómico, como el ingreso y la ocupación del hogar”, que en otros lugares se ha demostrado que afecta la salud y la longevidad.