Este es el extraño momento en que los contratistas que trabajaban en líneas eléctricas en un vecindario de Stratford, Connecticut, el 16 de mayo, dejaron accidentalmente un cable de acero colgando sobre una carretera. Un automóvil chocó contra el cable, lo que provocó que quedara atrapado en un aro de baloncesto y lo enviara volando por los aires. El aro quedó destruido pero, increíblemente, nadie resultó herido.