Los Verdes alemanes acusados ​​de pagar 200.000 libras esterlinas en un estudio nuclear “sesgado”

El Partido Verde de Alemania ha sido inculpado de avalar £200.000 del pasta de los contribuyentes en un estudio sesgado contra la energía nuclear, con la conclusión determinada antiguamente de que comenzara la investigación.

El Profesión de Medio Entorno, liderado por los Verdes, pagó al antiatómico Instituto de Ecología Aplicada 250.000 euros por el estudio, que tenía como objetivo manifiesto “influir en el discurso internacional”, según una investigación del boletín suizo Neue Zürcher Zeitung.

A pesar de las afirmaciones de los Verdes de parada rango de que el estudio fue encargado de buena fe, documentos internos publicados en una investigación pública muestran que el “mensaje” esperado era explícitamente que “la energía nuclear no es sostenible y no salva el clima”, según un crónica a jefes de mecanismo.

El instituto que realizó el estudio surgió del movimiento antiatómico germánico de la decenio de 1970, al igual que el propio Partido Verde, y la puja se refería a la energía nuclear en un “supuesto renacimiento” como una tecnología “supuestamente segura, sostenible y de bajas emisiones”.

El Profesión de Medio Entorno negó las afirmaciones de que la intrepidez se haya tomado por destacado, afirmando que el crónica interno se refería al “conocimiento global” internamente del profesión.

Adicionalmente de aducir la exterminio continuo de la energía nuclear en Alemania, se suponía que el estudio entonces inconcluso se compartiría “específicamente con países con fuertes planes de expansión de la energía nuclear”, incluidos el Reino Unido, Francia y Estados Unidos, antiguamente de la conferencia del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático en Dubai en 2023, con un correo electrónico filtrado entre ministerios gestionados por los Verdes que hace relato a “una ventana de oportunidad que debería aprovecharse”.

A posteriori de la invasión rusa de Ucrania en 2022 y la destrucción del oleoducto Nord Stream, Alemania se encontraba sumida en una serio crisis energética, con precios de la energía en aumento y temores de apagones.

Los científicos, la industria y la competición pidieron una ampliación de las tres centrales nucleares que quedan en el país.

Pero los Verdes, que forman parte de la coalición “semáforo” de Olaf Scholz, procedieron a retirar las plantas de la red tras una prórroga temporal.

Los conservadores democristianos (CDU), que lideran las encuestas de cara a las elecciones de febrero, se han comprometido a revertir la intrepidez.

La competición pidió una investigación pública sobre el clausura de las plantas nucleares de Alemania en medio de informes a principios de este año de que altos funcionarios verdes habían suprimido las voces internas que pedían un retraso en la exterminio nuclear.

En aquel momento, el ministro de Posesiones y vicecanciller, Robert Habeck, afirmó que su personal había trabajado “sin restricciones de pensamiento”.

La moción de investigación afirmaba que “no se puede descartar que, contrariamente a lo que afirman públicamente, la competencia profesional haya tenido que ceder el paso a directrices políticas y partidistas”, y un parlamentario preguntó “si el sabido fue engañado en la intrepidez de cerrar las últimas tres centrales nucleares”.

La ahora extinta coalición de Scholz todavía argumentó internacionalmente contra la energía nuclear, oponiéndose a los planes climáticos de la UE que categorizaban la energía nuclear como limpia.

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