Érase una vez un talentoso ludópata de baloncesto llamado Lonzo Ball, que tenía un padre muy ruidoso llamado LaVar Ball.
Lonzo fue uno de los mejores talentos del Draft de la NBA de 2017, pero eso no fue suficiente éxito para LaVar. Encima del éxito en la NBA, LaVar quería crear su propia marca de zapatos, a la que llamó Big Baller Brand. LaVar hizo que Lonzo usara esos zapatos durante una temporada y luego, en pocas palabras, Lonzo dejó de usarlos.
Ya sabíamos que Lonzo no estaba contento con los zapatos de su padre, pero se lo dejó muy claro a ESPN en un artículo sobre sus problemas de lesiones a dadivoso plazo publicado el jueves.
Según cuenta la historia, Lonzo fue seleccionado en el puesto número 2 en habitual y le dieron un par de zapatos para usar en la elástico de verano. No le gustaban.
Vía ESPN:
“Eran como zapatos de kickball”, dijo Ball. Los usó sólo dos veces ese verano. Él y su manager, Darren Moore, acudieron a las tiendas Foot Locker de Las Vegas para comprar un par diferente de zapatos de incorporación pericón para cada partido. Ball jugó un partido cada uno con Air Jordan XXXI, Nike Kobe AD, Adidas Harden LS y Under Armour Curry 4 en camino a aventajar el MVP de la elástico de verano.
LaVar cambió de rumbo luego de eso y, según se informa, llegó a un acuerdo con Skechers para fraguar los zapatos que llevan el nombre de su tribu. Lonzo usaba esos zapatos y todavía no era un fanático, llegando incluso a sugerir que podrían suceder jugado un papel en su ofensa de menisco durante su temporada de novato.
“Para ser honesto, creo que es una posibilidad”, dijo Ball. “En sinceridad no me lastimaba así hasta que comencé a usarlos”.
Lonzo incluso especuló que abriles de entrenamiento en el duro concreto del Parque Estatal Chino Hills podrían suceder influido en los problemas de cartílago que han afectado su carrera. Se perdió dos temporadas enteras mientras se sometía a tres cirugías diferentes, incluido un trasplante de cartílago y menisco.
Lonzo regresó esta temporada y ha jugado solo seis partidos oportuno a una ofensa en la muñeca, con un promedio que no se acerca a su tiempo de ocio habitual.
Mientras tanto, Big Baller Brand se derrumbó, se quemó, volvió a levantarse y continúa haciendo negocios, principalmente gracias a la inversión de Lonzo. Ha habido batallas legales, relaciones fracturadas y una “F” del Better Business Bureau, pero aún puedes comprar un zapato autografiado por LaVar Ball por el utópico precio de 5.000 dólares.
¿Interesado en leer más noticias? Volver a la página de inicio https://cbainfo.com.ar/.