Como se mencionó el viernes, no es ninguna sorpresa que la NFL cerró su última investigación sobre el mariscal de campo de los Browns, Deshaun Watson. Una vez que resolvió la demanda que provocó la investigación, con un acuerdo de confidencialidad, la NFL no tuvo forma de revisar adecuadamente la situación.
Mark Maske de la Correo de Washington informa que el La NFL hizo múltiples intentos conversar con el acusador. Ella no estuvo adecuado.
Este caso fue diferente de otros presentados contra Watson. A diferencia de los demás, que alegaron conducta sexual inapropiada durante las sesiones de amasamiento terapéutico, el caso más flamante alegó embestida sexual.
El abogado Tony Buzbee, que representó al acusador (adjunto con muchos otros que demandaron a Watson), le dijo a Maske por correo electrónico: “No nos reunimos con la NFL. Resolvimos el caso. No tenemos carencia más que proponer al respecto”.
No tienen carencia más que proponer al respecto porque el acuerdo lo impide. Si la NFL fuera una verdadera agencia encargada de hacer cumplir la ley, se podría emitir una citación, independientemente de la disposición de confidencialidad. Como la NFL no tiene ese poder, no puede compeler al acusador a cooperar.
Buzbee dijo anteriormente que el acusador se reuniría con la NFL. Eso fue parte del esfuerzo para compeler a Watson a designar entre resolver el caso ahora y posiblemente perder 92 millones de dólares más delante. Si Watson hubiera sido suspendido por la última imputación y si no hubiera revelado este acusador específico a los Browns antiguamente de firmar con el equipo, los Browns podrían privanza anulado sus garantías restantes.
Entonces, si Watson pagó, digamos, un millón de dólares para resolver el caso, es una propuesta comercial inteligente. Ahorra 92 millones de dólares.
Aceptablemente o mal, buenos o malos, los jugadores que son demandados por comportamiento que viola la Política de Conducta Personal tienen un camino conveniente simple para evitar una suspensión y las posibles consecuencias que se derivan de ella: resolver el caso con un acuerdo de confidencialidad. Esto provoca un cortocircuito en la función de investigación de la agrupación, especialmente si las únicas personas que saben lo que pasó son el participante y el acusador.
En este caso, la agrupación podría privanza intentado reunir un caso basado en las acusaciones, el acuerdo y la inutilidad de Watson. La jueza Sue Robinson, que presidió el procedimiento disciplinario de 2022 contra Watson, ya ha expresado preocupaciones sobre su credibilidad.
Aun así, no puntada con decirle a Watson: “No te creo”. Debe privanza alguna evidencia verosímil que demuestre que hizo lo que afirma no privanza hecho. Al resolver el caso rápidamente, Watson evitó que eso sucediera.