Hideki Matsuyama estuvo a un pie o dos de una situación muy desafortunada el jueves.
En el noveno hoyo del Sony Open de Hawaii, el ex campeón del Masters realizó un guantazo de salida dudoso, pero fue su driver el que acabó siendo el proyectil verdaderamente errante. Matsuyama perdió el control del palo en su seguimiento, enviándolo al ámbito de observadores.
Gracias a Dios, el conductor chocó contra una cuerda antaño de alcanzar a dos mujeres al frente de la multitud.
Fue un mal primer disparo de Matsuyama, pero acabó sin importar. El drive casi golpea la valla delimitadora a la izquierda, pero su segundo tiro aterrizó puntual antaño del green en el par 5 de 517 yardas. Un chip y un putt más tarde, Matsuyama anotó un birdie.
Los golfistas profesionales no son como nosotros.