El líder regional castellano admite los errores cometidos en la respuesta a las inundaciones, pero se niega a dimitir

MADRID (AP) — El líder regional castellano que enfrenta una inmensa presión por su manejo de las catastróficas inundaciones de Valencia el mes pasado desafió los llamados a dimitir el viernes, pero admitió que las autoridades cometieron errores en su respuesta al desastre.

Más de 220 personas murieron a causa de las poderosas tormentas del 29 de octubre que provocaron olas similares a tsunamis en partes del este y centro de España, destruyendo innumerables casas y dejando pueblos enteros cubiertos de piedra.

Carlos Mazón, del conservador Partido Popular, se dirigió a los legisladores regionales en Valencia más de dos semanas luego y dijo que “no negaría los fracasos” mientras la ira seguía creciendo frente a lo que la muchedumbre percibía como una respuesta lenta y caótica.

La tormenta, dijo, “mostró que nuestros sistemas de detección y alerta tienen fallas”.

Sus comentarios del viernes fueron los primeros comentarios públicos detallados que hizo sobre la respuesta de su gobierno al desastre, seis días luego de que decenas de miles de personas salieron a las calles de la ciudad de Valencia pidiendo su renuncia.

Las críticas aumentaron luego de que las autoridades locales no enviaran antiguamente alertas de emergencia a los teléfonos móviles el 29 de octubre, a pesar de que el meteorólogo franquista de España había emitido el nivel más detención de alerta a las 7:30 am de ese día.

Los españoles, particularmente en Valencia, han criticado otros aspectos de la respuesta auténtico del gobierno regional y franquista al desastre. En Paiporta, muy afectada, Los supervivientes arrojaron piedra al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.el rey Felipe VI, y Mazón cuando los tres mandatarios visitaron la pueblo días luego de las inundaciones.

La reputación de Mazón recibió otro moretón esta semana cuando los medios locales informaron que tuvo un piscolabis de tres horas con un periodista el día de la tormenta, mientras algunos pueblos y aldeas ya habían comenzado a cansarse de agua.

El viernes, Mazón repitió una afirmación precedente de que un organismo franquista responsable de cronometrar los caudales de los ríos había proporcionado advertencias insuficientes y dijo que la magnitud del diluvio era difícil de prever.

“Es auténtico cuestionar en caudillo si el sistema (de emergencia) respondió como creíamos que debía hacerlo”, dijo Mazón, y agregó que no.

El gobierno descentralizado de España encarga a las autoridades regionales la dependencia de la protección civil. Los gobiernos regionales pueden pedir haber adicionales al gobierno franquista de Madrid, ahora dirigido por los socialistas, y utilizar información del meteorólogo franquista y otras agencias.

La ministra de Ciencia, Diana Morant, que pertenece al Partido Socialista, calificó el discurso de Mazón como un “acto de cobardía política”. Dijo que el Partido Popular debería destituirlo.

La mayoría de las víctimas de las inundaciones del mes pasado murieron en pequeños pueblos en las aledaños de Valencia. Los datos oficiales publicados el jueves mostraron que casi la parte tenía 70 primaveras o más.

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