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La inesperada ventaja climática de la victoria de Donald Trump

Muchos activistas climáticos están de forma profunda preocupados por el impacto de la reciente victoria electoral de Donald Trump en los sacrificios por reducir las emisiones de carbono. Hasta el momento, una gran parte de la atención se ha centrado en el fuerte apoyo de Trump a los comburentes fósiles y su escepticismo cara las ideas de energía limpia.

Sin embargo, la situación puede ser más compleja. Una de las prioridades de Trump es imponer aranceles más altos a los productos chinos. Aunque los economistas advierten que estos aranceles podrían provocar un renacer de la inflación, asimismo pueden provocar un impacto menos discutido que podría afectar las emisiones globales de carbono.

El posible impacto climático de los aranceles sobre los productos chinos es una cuestión multifacética, influida por una compleja interacción de factores, incluyendo las tendencias de las emisiones globales, la intensidad de carbono de los procesos de fabricación y los cambios en el comportamiento de los usuarios y las cadenas de suministro.

La huella de carbono del comercio

Hoy en día, la mayor parte de las emisiones del planeta proceden de países de la zona de Asia Pacífico. USA y la UE contribuyen con una fracción parcialmente pequeña de las emisiones globales de carbono.

China es el mayor transmisor de gases de efecto invernadero del planeta. Esto se debe en una gran parte a su dependencia del lignito para conseguir energía, particularmente en industrias pesadas como la del acero, el cemento y la producción química. Muchos productos importados por USA desde China tienen una huella de carbono substancial, ya que el campo manufacturero de China consume mucha energía y marcha en buena medida con lignito.

Al acrecentar el costo de los productos chinos, los aranceles podrían reducir la demanda de importaciones con alto contenido de carbono, lo que podría llevar a usuarios y empresas a buscar opciones alternativas. Esto podría implicar un cambio cara recursos de producción nacional, que de manera frecuente tienen una menor huella de carbono debido al acceso a fuentes de energía más limpias y regulaciones ambientales más estrictas.

Producción Nacional y Emisiones

Relocalizar la producción en USA podría reducir aún más las emisiones, singularmente si se trata de industrias de uso intensivo de energía que pueden beneficiarse de la combinación de energías más limpias de este país.

Sin embargo, la eficiencia de esta estrategia depende de la capacidad de USA para acrecentar la capacidad de producción nacional y las cadenas de suministro, lo que puede requerir esenciales inversiones y tiempo.

Comportamiento del consumidor y fuerzas del mercado

Los aranceles podrían influir en el comportamiento del consumidor, impulsando la demanda de productos nacionales. Si las compras internas sustituyen las importaciones chinas, esto alinearía las resoluciones de adquiere con el propósito de reducir las emisiones globales de carbono.

Sin embargo, el impacto de semejantes cambios de comportamiento en las emisiones totales dependería de la disponibilidad de opciones alternativas nacionales.

Desafíos y limitaciones

A pesar de las ventajas potenciales, existen esenciales retos que estimar. Posiblemente USA carezca de la capacidad para generar todos y cada uno de los recursos a nivel nacional y trasladar la producción a otros países con bajas emisiones de carbono puede no ser viable. Además de esto, los aranceles de represalia podrían acrecentar el costo de los componentes de energía renovable, obstruyendo la transición cara un futuro energético más limpio.

Un enfoque colaborativo

En sitio de depender solamente de los aranceles, una estrategia diferente podría implicar un enfoque internacional ordenado. Al conjuntar los aranceles con pactos climáticos internacionales, como los aranceles al carbono o los mecanismos de ajuste fronterizo, los países podrían abordar de manera directa las emisiones incluidas en el comercio. Esto podría estimular a China a desamparar las industrias con uso intensivo de lignito, lo que haría que sus exportaciones fuesen menos competitivas en los mercados globales.

Conclusiones

En conclusión, al acrecentar los costos, los aranceles pueden estimular a los usuarios y a las compañías a buscar opciones alternativas, como recursos de producción nacional con una menor huella de carbono. No obstante, la eficiencia de esta estrategia depende en buena medida de la capacidad de USA para acrecentar la producción de forma sustentable, como de la capacidad de administrar la inflación potencial y las tensiones comerciales internacionales que podrían contrarrestar estos beneficios.

Si se combinan con políticas que apoyen una producción nacional más limpia y una cadena de suministro sólida, los aranceles podrían desempeñar un papel en la estrategia más extensa para atenuar el cambio climático.