Todos hemos escuchado el dicho: “Nada fracasa como el éxito”. Es esa inopinada realidad la que golpea a las compañías por lo menos lo aguardan. Mire a Motorola, Gap o aun Starbucks, marcas que alguna vez se dispararon, solo para ser tomadas por sorpresa. Un día están en la cima del planeta y al siguiente luchan por proseguir siendo relevantes. ¿El inconveniente? Se pusieron demasiado cómodos. Entonces, ¿de qué manera eludir proseguir exactamente el mismo camino? No se trata solo de lograr objetivos o producir más ventas, sino más bien de sostener una mentalidad que cuestione continuamente lo que haces.
¿Por qué fracasan las compañías triunfantes? Lecciones de Motorola y Gap
El éxito puede ser un arma de doble filo. ¿Recuerdas cuando el Razr de Motorola era el dispositivo indispensable? La compañía estaba tan abstraída en su éxito que no se incordió en planear el futuro. Ésa es la trampa de la comodidad en acción: consigues una enorme victoria, te vuelves condescendiente y de súbito pierdes tu ventaja. RR.HH. ve esto todo el tiempo: los equipos se fijan en sus costumbres, la innovación se atasca y “es así como siempre y en toda circunstancia lo hemos hecho” se transforma en el valor predeterminado. Es así como las compañías que alguna vez fueron grandes caen cara la mediocridad. Gap tuvo inconvenientes por el hecho de que no consiguió amoldarse a las alterables tendencias de la moda y las preferencias de los usuarios, lo que provocó una minoración de las ventas y una pérdida de identidad de marca.
¿Qué hace que Apple sea diferente? El secreto para sostenerse a la vanguardia
Los líderes inteligentes no aguardan a que los inconvenientes comiencen a hacer preguntas: son proactivos y siempre y en toda circunstancia miran cara adelante. ¿Y si Motorola hubiese reevaluado su estrategia a lo largo del bum del Razr? ¿Qué hubiese pasado si Starbucks hubiese abordado las preocupaciones sobre la pérdida de su atmosfera única de cafetería y su experiencia de marca conforme se expandía de forma rápida? Sostenerse a la cabeza significa retar sus suposiciones, aun cuando todo semeja ir bien.
Guy Kawasaki, ex evangelista jefe de Apple, compartió conmigo de qué manera Apple se sostuvo en la cima cuestionando siempre y en toda circunstancia el status quo. Steve Jobs empujó a su equipo a repensar todo, diciendo: “No estamos acá para hacerlo mejor; estamos acá para hacerlo de forma diferente”. Este enfoque asistió a Apple a eludir la complacencia y transformar posibles reveses en triunfos.
¿De qué manera pueden las marcas amoldarse suficientemente veloz para proseguir siendo relevantes?
En mi charla con Brian Smith, el creador de UGG, explicó que el éxito de la marca no se trataba solo de capitalizar las tendencias. Se trataba de hacer evolucionar continuamente la historia de la marca, sostenerla actualizada y conectar verdaderamente con lo que deseaban los usuarios. Es una lección que Gap podría haber aprovechado: amoldarse a lo que procuran los clientes del servicio en vez de confiar demasiado en victorias pasadas.
Kevin Harrington, de Tanque de tiburonestambién destacó que las marcas no pueden darse el lujo de despistarse. Resaltó la relevancia de la innovación y de estar siempre y en toda circunstancia alarma a los cambios del mercado. Es un recordatorio de que sostener la relevancia requiere un esmero progresivo y una visión de futuro.
¿Qué pueden aprender las compañías de las alteraciones del mercado?
Los mercados pueden mudar de un día para otro. Los cambios en las preferencias de los usuarios, las nuevas tecnologías y los sucesos globales pueden mudar el rumbo de forma rápida. Empresas como Motorola y Gap se quedaron atrás por el hecho de que ignoraron estos cambios. Las compañías que se sostienen en la cima son aquellas que se amoldan y aprovechan el cambio, en vez de resistirlo.
Conclusión: ¿De qué manera evitan las compañías volverse intrascendentes?
El éxito puede ser fugaz. Las compañías que prosperan son las que prosiguen preguntando: “¿Qué prosigue?”. en vez de reposar en logros pasados. Ya sea que esté en liderazgo, recursos humanos o marketing, la conclusión es clara: prosiga preguntando y sostenga la curiosidad. Eso es lo que le va a impedir transformarse en otro caso de estudio de advertencia sobre de qué manera no lograr el éxito en el planeta de los negocios.