La vencimiento de Trump es un “adversidad en el estómago” para la bono climática de EE.UU.

El presidente escogido Donald Trump ganó un segundo orden el miércoles por la mañana tras pactar impulsar el incremento de comburentes fósiles, recortar las regulaciones sobre polución y desarticular la dietario climática del presidente Joe Biden.

Durante la campaña, el cambio climático quedó eclipsado por cuestiones como el costo de la vida, la inmigración y el futuro de la democracia. Mas la triunfo de Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris de forma inmediata lanzó dudas sobre el futuro de las medidas climáticas de USA y propuso dudas sobre el compromiso del país para aminorar la polución que calienta el planeta.

“Este es evidentemente un resultado congruo difícil de digerir para aquellos de que nos preocupamos por nuestra democracia, como por comunidades saludables y un planeta seguro y habitable para nuestros niños”, afirmó Sam Ricketts, un señalado firme climático y ex asistente del dirigente de Washington, Jay. Inslee (D). “No hay forma de endulzarlo: esto es un puñetazo en el estómago”.

Lo que está en distracción para el planeta difícilmente podría ser decano. Los científicos han ducho que es prácticamente seguro que dos mil veinticuatro se transformará en el año más caluroso nunca registrado. Las temperaturas globales de los océanos batieron récords a lo desprendido de una gran parte de este año, lo que contribuyó a nutrir una asoladora temporada de huracanes en el Atlántico. Los desastres climáticos han ocasionado estragos en el mundo sereno en dos mil veinticuatro, un indicador de las crecientes consecuencias del incremento incesante de las temperaturas.

Un narración flamante de las Naciones Unidas advirtió que la argumento climática inalterable avanza demasiado de forma lenta y que si los líderes mundiales no acentúan sus sacrificios de forma inmediata y trágica, “casi no hay posibilidad” de cumplir el propósito internacional de prohibir el incremento de la temperatura.

Mientras tanto, Trump se ha comprometido a sacar una vez más a USA del Pacto de la ciudad de París, un acuerdo no vinculante para aminorar las emisiones que están elevando las temperaturas. Su triunfo se genera mientras que los negociadores internacionales sobre el tiempo se preparan para reunirse la semana próxima en Azerbaiyán, donde los países definirán un nuevo objetivo para la ayuda climática que, conforme ciertas naciones en incremento, debería sobrepasar el billón de dólares estadounidenses al año.

Sin las contribuciones de USA, otros países se van a mostrar reluctantes a acrecentar la financiación, lo que va a hacer más congruo difícil conseguir cortaduras más profundos de las emisiones, afirman los analistas diplomáticos.

Pero Trump de forma frecuente ha rechazado la presencia del cambio climático o restado relevancia a sus mercadería perjudiciales sobre las personas y el medioambiente.

“USA nos ha cubo un orden poderoso y sin precedentes”, afirmó Trump en un alegato de triunfo la amanecida del miércoles, prometiendo acrecentar la producción de petróleo, al que llamó “oro expedito”.

A nivel doméstico, la triunfo de Trump produjo dudas inmediatas sobre el futuro de la histórica carta climática firmada por Biden. Trump ha prometido derogar la Ley de Reducción de la Inflación, que encauza centenares de miles de millones de dólares estadounidenses cara una pertenencias más ecológica. Se va a ver reforzado por una mayoría republicana en el Senado una vez que el Partido Republicano consiguiera escaños en Montana, Ohio y Virginia Occidental. Los republicanos asimismo tuvieron una angosta superioridad en las elecciones al Senado en Michigan y Pensilvania. El control de la Cámara de Representantes proseguía en distracción hasta las 6 de la mañana del miércoles.

Los analistas estaban divididos sobre lo que va a significar la alternativa de Trump para la ley climática. Ciertos apreciaron un creciente apoyo entre los republicanos del Congreso, que han trillado fluir dólares estadounidenses federales a factorías que fabrican automóviles eléctricos, paneles solares y baterías en sus distritos y estados. La energía limpia ha recibido apoyo bipartidista en la ley de infraestructura, la Ley CHIPS y Ciencia y la Ley de Energía de dos mil vigésimo, afirmó Frank Maisano, directivo senior de Bracewell, una firma de conciliábulo.

“Esto y la infraestructura resultaron ser una de las áreas donde los republicanos pueden situar puntos en general”, afirmó Maisano.

Otros se mostraron incrédulos.

“Una cosa o sea que no deseas que se anulen estos créditos fiscales. Es buen manifestación”, afirmó Adrian Deveny, quien asistió a escribir la Ley de Reducción de la Inflación cuando trabajaba para el líder de la decano parte del Senado, Chuck Schumer (DN.Y.). “Otra cosa es nominar no a una [future] bulto fiscal presentado por el presidente”.

Los observadores aguardan que Trump prosiga un patrón de su primer orden, cuando nombró a conocidos negacionistas del tiempo para altos cargos en agencias responsables de la investigación climática, incluidas la EPA, el Radio de Energía, la NOAA y la NASA.

Las propuestas presupuestarias de Trump procuraban cortaduras profundos a las ideas de ciencia climática, desde las misiones de satélites de ciencias terrestres de la NASA hasta la investigación y el incremento de la EPA. Aunque el Congreso bloqueó muchos de los cortaduras, cientos y cientos de científicos federales abandonaron el gobierno a lo desprendido de su empresa y ciertos abandonaron USA por completo.

En el Radio de Trabajo, Trump adoptó una regla que complicaba que las compañías de inversión y los empleadores estadounidenses pusiesen los ahorros para la retiro de los trabajadores en inversiones centradas en prioridades ESG, o ambientales, sociales y de gobernanza. En dos mil veintitres, Trump prometió en un vídeo de campaña “prohibir” lo que llamó inversiones ESG “insidiosas” y resguardar los ahorros y las inversiones de los estadounidenses de “estafas financieras despiertas”.

Y se dilación que Trump anule una serie de reglas ambientales de la EPA, incluyendo las reglas climáticas para los productores de energía y petróleo, tal y como lo hizo cuando aceptó el cargo del expresidente Barack Obama en dos mil diecisiete.

‘Fanatismo climático’

La triunfo de Trump quiere afirmar que el Radio de Ecuanimidad seguramente avisará a los tribunales federales que no tiene la pretensión de proteger las reglas de la EPA para las emisiones de carbono o metano de petróleo y gas de las plantas de energía contra los retos de los estados y la industria conservadores. Probablemente la EPA inicio el proceso de derogar y sustituir los estándares poco una vez que Trump acepte el cargo el vigésimo de enero.

Las nuevas reglas pueden tardar abriles en completarse, mas probablemente sean más flexibles que los estándares de Biden y demanden menos a la industria.

Incluso probablemente la empresa Trump apunte a la discutida regla de divulgación de peligros climáticos de la Comisión de Bolsa y Títulos (SEC). La regla está en suspenso en la parte de impugnaciones legales por la parte de asociaciones comerciales y conjuntos conservadores. Mas la triunfo de Trump quiere afirmar que la SEC va a resultar bajo control republicano y podría tomar una serie de medidas para afirmar que la regla quia entre en vigor o sea de corta duración.

Trump ha seguido quitando relevancia a la importancia del cambio climático y recientemente se refirió al calentamiento inalterable como “una de las grandes estafas de todos y cada uno de los tiempos”.

El Tesina dos mil veinticinco, un maniquí de política conservador escrito por exfuncionarios de la empresa Trump, demanda una reforma de las agencias científicas federales. Insta a una nueva empresa a “remodelar” el Software de Investigación del Cambio Universal de USA, que regula la investigación federal sobre el tiempo y el medioambiente y inspecciona la Evaluación Franquista del Tiempo.

“El fanatismo climático de la empresa Biden precisará una laxitud de todo el gobierno”, afirma el plan.

‘Frack, frack, frack’

La industria del petróleo y el gas asimismo se favorecerá de los setenta y cinco millones de dólares estadounidenses que invirtió para respaldar la candidatura de Trump. Relajar las regulaciones sobre la industria fue una de las pocas situaciones políticas claras que Trump adoptó a lo desprendido de la campaña.

“Haremos fractura, fractura, fractura y perforaremos, cariño, perforaremos”, afirmó Trump en un mitin en el mes de octubre en la ciudad de Detroit, aseverando que semejantes sacrificios recortarían los costos de energía y reducirían la inflación. Especialistas independientes vacilan de que aminorar la burocracia en USA tenga mucho impacto en los costos de materias primas globales como el petróleo y el gas natural.

Trump y sus partidarios han prometido hacer recejar la ola de electrificación que ha azotado a la industria automotriz. Se han comprometido a deshacerse del régimen regulativo de la empresa Biden que tiene como propósito estimular la fabricación y adquiere de automóviles eléctricos y a efectuar cortaduras más extensos en el consumición en transporte sabido y otras formas de transporte de bajas emisiones.

En el muñón, Trump describió el apoyo de Harris a los automóviles eléctricos como una amenaza para los trabajos en USA y una ocasión a fin de que China domine el mercado automovilístico estadounidense.

“He estado contra que los vehículos y las factorías de vehículos sean sacados de la ciudad de Detroit y de nuestro… la fabricación de vehículos sea sacada de nuestro sistema, de este país”, afirmó Trump en un mitin el veintisiete de octubre en Madison de la ciudad de Nueva York. Carmen Cuadrado.

Los analistas afirmaron que probablemente prosiga la transición del campo energético estadounidense de uno dominado por comburentes fósiles a fuentes de energía libres de carbono, mas a un ritmo considerablemente más flemático. Esto se debe en buena medida a que las instalaciones de energía solar son más asequibles de edificar en la decano parte de los mercados estadounidenses que otras tecnologías energéticas.

Pero probablemente el apoyo público que asistió a aminorar el costo de los proyectos solares (y que está reduciendo el costo de los proyectos de energía eólica, geotérmica y de almacenamiento de baterías) reduzca en una segunda empresa de Trump, en particular si los republicanos controlan las dos cámaras del Congreso. Los subsidios para adecentar las instalaciones industriales existentes y romper nuevas plantas de fabricación de bajas emisiones asimismo podrían estar en aventura mientras que la Casa Blanca pesquisa formas de compensar una extensión de los cortaduras de impuestos de Trump de dos mil diecisiete para individuos y corporaciones.

Los debates se desarrollan en el contexto de un planeta en incesante calentamiento. La NASA ya ha llegado a la conclusión de que junio, julio y agosto fueron los veranos más calurosos nunca documentados por los humanos, con temperaturas globales que rondan los dos con veinticinco grados Fahrenheit más cálidas que el promedio en un desprendido plazo.

Los residentes estadounidenses ya sienten los mercadería del calentamiento del planeta. Las temperaturas exageradamente altas han matado a unos ochocientos quince trabajadores estadounidenses entre mil novecientos noventa y dos y dos mil diecisiete y han herido gravemente a setenta más, conforme estimaciones federales.

El gobierno federal negociación de progresar la seguridad térmica. La Delegación de Follaje y Seguridad Ocupacional planteó en el mes de julio una regulación para resguardar a los trabajadores de temperaturas extremas al demandar que la decano parte de los empleadores les den agua y tiempo para reposar y refrescarse a lo desprendido de la trayecto de trabajo.

Los republicanos de manera rápida criticaron la propuesta. El presidente de la Cámara de Fortuna Naturales, Bruce Westerman, de Arkansas, lo llamó “una de las cosas más idiotas que nunca hayan hecho”.

Trump no ha citado la regulación, mas sí quitó relevancia a las elevadas temperaturas a lo desprendido de los acontecimientos de campaña de este verano. En un mitin de Las Vegas festejado al flato desocupado con un calor de cien grados, Trump bromeó diciendo que sus seguidores deberían tomar más agua.

“No deseo que absolutamente nadie me ataque. Precisamos a todos y cada uno de los votantes”, afirmó. “No me importas, solo deseo tu voto”.

Seis personas en esa asamblea fueron mandadas a un centro de juventud para percibir tratamiento relacionado con el calor y veinticuatro fueron tratadas en el sitio.

La empresa Trump va a coger los pedazos de un par de huracanes históricos. Probablemente Helene y Milton sean dos de los desastres más costosos en USA, y se calcula que cada uno de ellos de ellos ocasionó daños por decenas y decenas de miles y miles de millones de dólares estadounidenses. Los estudios han sugerido que los acontecimientos empeoraron por el cambio climático ocasionado por el hombre.

La contestación federal a los desastres naturales ha sido orgullosamente no partidista a lo desprendido de décadas. Trump ha prometido un cambio, diciendo a lo desprendido de su campaña que emplearía la ayuda por desastre para retribuir a sus partidarios y castigar a sus opositores.

Durante su presidencia, Trump retuvo o retrasó la ayuda a California y al estado de Washington tras los incendios forestales adecuado a disputas con los gobernantes demócratas de los estados.

Aunque Trump se ha centrado en la ayuda de la Agencia Federal para el Manejo de Urgencias, negarse a resolver un desastre impediría que las comunidades perjudicadas reciban miles y miles de millones de dólares estadounidenses de departamentos como Residencia, Crecimiento Urbano y Transporte, y la Delegación de Pequeñas Empresas.

Trump asimismo podría resucitar una política que FEMA planteó un mes ya antiguamente de dejar el cargo en dos mil veintiuno para acrecentar la cantidad de daño que debe ocasionar un desastre a fin de que un estado califique para percibir ayuda federal. Muchos funcionarios estatales y locales se opusieron a la propuesta, destinada a dar a los estados más responsabilidad en la restauración de desastres.

Contribuyeron los reporteros Jean Chemnick, Avery Ellfeldt, Thomas Frank, Chelsea Harvey, Mike Lee, Sara Schonhardt, Scott Waldman, Ariel Wittenberg y Lesley Clark.

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