WASHINGTON (AP) — El nombre de Joe Biden no apareció en la boleta, mas la historia seguramente recordará la concluyentes derrota de Kamala Harris como su derrota asimismo.
Mientras los demócratas se recobran de la victoria definitiva del presidente escogido Donald Trump, ciertos partidarios del vicepresidente expresan su frustración por la resolución de Biden de buscar la reelección hasta este verano, pese a las preocupaciones de larga data de los votantes sobre su edad y asimismo la inquietud por la inflación pospandémica. como la frontera entre USA y México, prácticamente selló la pérdida de la Casa Blanca por la parte de su partido.
“La mayor carga de esta pérdida recae sobre el presidente Biden”, afirmó Andrew Yang, quien se postuló contra Biden en dos mil veinte por la nominación demócrata y apoyó la errada candidatura de Harris. “Si hubiese dimitido en el mes de enero en vez de julio, podríamos estar en un sitio muy, muy diferente”.
Biden va a dejar el cargo tras sacar a USA de la peor pandemia en un siglo, galvanizar el apoyo internacional a Ucrania tras la invasión rusa y aprobar un proyecto de ley de infraestructura de 1 billón de dólares estadounidenses que afectará a las comunidades en los años venideros.
Pero tras haber competido hace 4 años contra Trump para “restaurar el ánima del país”, Biden va a dejar paso tras solo un orden a su precursor inmediato, quien superó dos juicios políticos, una condena por un delito grave y una insurrección lanzada por sus partidarios. Trump ha prometido reformar radicalmente el gobierno federal y hacer recular muchas de las prioridades de Biden.
“Quizás en veinte o treinta años la historia recuerde a Biden por ciertos de estos logros”, afirmó Thom Reilly, codirector del Centro para una Democracia Independiente y Sustentable de la Universidad Estatal de Arizona. “Mas a corto plazo, no sé si escapará del legado de ser el presidente que venció a Donald Trump solo para marcar el inicio de otra administración de Donald Trump 4 años después”.
El miércoles, el presidente continuó fuera de la vista por segundo día sucesivo, haciendo llamadas de felicitación a los legisladores demócratas que ganaron las elecciones negativas, como a Trump, a quien invitó a una asamblea en la Casa Blanca que el presidente escogido admitió.
Está previsto que Biden pronuncie un alegato en el jardín de las rosas el jueves sobre las elecciones. Emitió una declaración poco una vez que Harris pronunciara su alegato de concesión el miércoles, encomiando a Harris por efectuar una “campaña histórica” en “circunstancias extraordinarias”.
Algunos demócratas de alto rango, incluidos 3 aconsejes de la campaña de Harris, expresaron su profunda frustración con Biden por no reconocer al comienzo del ciclo electoral que no estaba a la altura del reto. Los aconsejes charlaron bajo condición de anonimato por el hecho de que no estaban autorizados a hacer comentarios en público.
Biden, de ochenta y uno años, puso fin a su campaña de reelección en el mes de julio, semanas una vez que un pésimo desempeño en el discute enviara a su partido a una espiral y propusiera dudas sobre si aún tenía la agudeza mental y la resistencia para servir como un aspirante admisible.
Pero las encuestas mostraron mucho ya antes que muchos estadounidenses estaban preocupados por su edad. Alrededor del setenta y siete% de los estadounidenses afirmaron en el mes de agosto de dos mil veintitres que Biden era demasiado mayor para ser eficiente a lo largo de 4 años más, conforme una encuesta del Centro de Temas Públicos AP-NORC.
El presidente se retiró el veintiuno de julio tras percibir empujones no tan sutiles de los poderes del Partido Demócrata, incluidos el ex presidente Barack Obama y la ex presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Apoyó a Harris y le entregó su operación de campaña.
Harris consiguió producir un entusiasmo considerablemente mayor que el que producía Biden en la base del partido. Mas le costó distinguir en qué se distinguiría su administración de la de Biden.
En su aparición en “The View” de ABC en el mes de septiembre, Harris no pudo identificar una resolución en la que se habría separado de Biden. “No se me ocurre nada”, afirmó Harris, dándole a la campaña de Trump un fragmento que repitió a lo largo del día de las elecciones.
Los estrategas que aconsejaron a la campaña de Harris afirmaron que el calendario de campaña comprimido hacía aún más bastante difícil para Harris distinguirse del presidente.
Si Biden se hubiese hecho a un lado a inicios de año, afirmaron, les habría dado a los demócratas tiempo preciso para festejar una primaria. Proseguir los pasos de una batalla intrapartidista habría obligado a Harris u otro ocasional nominado a proponer de forma más violenta sus diferencias con Biden.
Los estrategas reconocieron que superar la extensa insatisfacción entre el electorado estadounidense por el incremento de los costos tras la pandemia de coronavirus y las extensas preocupaciones sobre el sistema de inmigración estadounidense pesaban mucho en las psiques de los votantes en estados clave.
Aún así, afirmaron que Biden había dejado a los demócratas en una situación insostenible.
El consultor primordial de Harris, David Plouffe, en una publicación en X lo calificó como una “pérdida devastadora”. Plouffe no culpó a absolutamente nadie. Apuntó que la campaña de Harris “sacó de un hoyo profundo, mas no lo suficiente”.
En el alegato de concesión de la vicepresidenta el miércoles, ciertos partidarios de Harris afirmaron que desearían que la vicepresidenta hubiese tenido más tiempo para presentar su alegato a los votantes estadounidenses.
“Creo que eso habría marcado gran diferencia”, afirmó Jerushatalla Pallay, una estudiante de la Universidad de Howard que asistió al alegato en el centro de su campus.
Los republicanos están dispuestos para supervisar la Casa Blanca y el Senado. El control de la Cámara aún no se ha determinado.
Matt Bennett, vicepresidente ejecutivo del conjunto Third Way, alineado con los demócratas, afirmó que este instante fue el más asolador que el partido haya enfrentado en su vida.
“Harris recibió una mala jugada. Ciertas cosas fueron obra de Biden y otras tal vez no”, afirmó Bennett, quien fue asistente del vicepresidente Al Gore a lo largo de la administración Clinton. “¿Les iría mejor a los demócratas si Biden hubiese dado un paso atrás ya antes? No sé si podemos decirlo seguramente, mas es una pregunta que nos vamos a hacer a lo largo de algún tiempo”.
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El cronista de Associated Press Matt Brown contribuyó a este informe.