Los brotes de Covid-19 y Ébola pusieron de relieve los daños que pueden sufrir los humanos si interferimos demasiado con la naturaleza, poniéndonos en contacto con animales portadores de patógenos desconocidos.
En la cumbre sobre biodiversidad COP16 en Cali, Colombia, expertos y activistas instaron a los líderes mundiales a educarse las lecciones de los siete millones de vidas perdidas a causa del Covid y miles más conveniente al Ébola.
Corresponde a los gobiernos desempeñarse y no hay tiempo que perder.
El organismo intergubernamental verificado y político sobre biodiversidad IPBES ya ha capaz que “las futuras pandemias surgirán con más frecuencia, se propagarán más rápidamente, causarán más daño a la hacienda mundial y matarán a más personas que el Covid-19” a menos que la humanidad cambie de rumbo.
En la cumbre de la ONU en Cali, los delegados están trabajando en un “plan de influencia sobre biodiversidad y sanidad” propuesto para su comprensión por los 196 países miembros del Convenio sobre la Heterogeneidad Biológica (CDB).
Incluye compromisos para prohibir la agricultura y la silvicultura nocivas, estrechar el uso de pesticidas, fertilizantes y otros productos químicos perjudiciales para la naturaleza y estrechar el uso de antibióticos en los animales de finca.
Sin secuestro, el plan es voluntario y las partes siguen estancadas en algunos detalles.
El acuerdo, dijo a la AFP Colman O'Criodain, director de políticas de vida silvestre del WWF, “puede lograrse a gastos de un jerigonza suavizado en algunas cuestiones, como la agricultura intensiva y el uso de antimicrobianos”, que afectan a la biotecnología y la agroindustria, ambas grandes generadoras de billete.
Para Sue Lieberman, vicepresidenta de la Wildlife Conservation Society que impulsa la comprensión del plan, “necesitamos cambiar nuestra relación con la naturaleza si queremos evitar más epidemias y pandemias”.
– 'Cuándo, no si' –
Las llamadas enfermedades zoonóticas se propagan entre animales y personas, como puede suceder cuando los humanos invaden bosques anteriormente vírgenes o transportan y comercializan animales salvajes por su carne.
Muchos científicos creen que el Covid-19, por ejemplo, surgió en el mercado húmedo de Wuhan, en China, donde se vendía ilegalmente carne de animales salvajes para el consumo.
Se cree que el ébola, una fiebre hemorrágica a menudo mortal que ha matado a unas 15.000 personas en África, tiene su huésped natural en un murceguillo, que puede transmitir el virus a los humanos directamente o a través de otros animales.
“La deforestación, la agricultura intensiva, el comercio y la explotación de la vida silvestre son los principales factores de la pérdida de biodiversidad y de las enfermedades zoonóticas”, afirmó a la AFP Adeline Lerambert, de la ONG dedicada a la vida silvestre Born Free.
O'Criodain, de WWF, añadió: “Cuanto más penetran los humanos y su hato en lo que eran áreas intactas y no perturbadas de entrada biodiversidad, más probabilidades hay de encontrar nuevas cepas de virus, especialmente porque los virus están en constante mutación”.
El mensaje de la IPBES de 2020 pedía un “cambio transformador en el enfoque universal para afrontar las enfermedades infecciosas”.
“Covid-19 es al menos la sexta pandemia sanitaria mundial desde la Gran Pandemia de Influenza de 1918, y aunque tiene su origen en microbios transportados por animales, como todas las pandemias su aparición ha sido impulsada enteramente por actividades humanas”, dijo.
El mensaje estimó que actualmente existen aproximadamente de 1,7 millones de virus “no descubiertos” en mamíferos y aves, de los cuales hasta 827.000 podrían tener la capacidad de infectar a las personas.
Como medidas para evitar “la propagación de nuevas enfermedades”, la IPBES aboga por ampliar la protección de las áreas naturales y estrechar la explotación insostenible de los fortuna.
¿Estará el plan de influencia de la COP16 a la importancia?
Para Lieberman, de la Wildlife Conservation Society, no es ideal que el plan sea voluntario, lo que significa que “no hay consecuencias si un gobierno dice: 'no importa, lo ignoraremos'. Depende de cada país”.
Pero tiene la esperanza de que el miedo a una repetición del Covid-19 inspire a tomar medidas.
“Si no se hace nadie, si nadie cambia, habrá otra pandemia. La pregunta es cuándo, no si”, advirtió Lieberman.
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