CENTERVILLE, Massachusetts (AP) — Miembros de la familia Kennedy se reunieron el lunes para el funeral de Ethel Kennedy, la esposa del fallecido senador Robert F. Kennedy.
Ethel Kennedy, quien crió a sus 11 hijos después del asesinato de su esposo y siguió dedicada a las causas sociales y al legado de la familia, murió el jueves a los 96 años.
El funeral del lunes, que estuvo cerrado al público, tuvo lugar en Our Lady of Victory, en Centerville, Massachusetts, a unas 28 millas (45 kilómetros) al norte de Boston.
Los dolientes se reunieron en la iglesia bajo un cielo gris y fresco. Ethel Kennedy murió tras complicaciones relacionadas con un derrame cerebral sufrido a principios de este mes.
“Junto con el trabajo de toda una vida en justicia social y derechos humanos, nuestra madre deja nueve hijos, 34 nietos y 24 tataranietos, junto con numerosas sobrinas y sobrinos, todos los cuales la aman profundamente”, decía el comunicado de la familia en anunciando su muerte.
El presidente Joe Biden la llamó “un ícono estadounidense: una matriarca de optimismo y coraje moral, un emblema de resiliencia y servicio”.
La matriarca Kennedy, madre de Kathleen, Joseph II, Robert Jr., David, Courtney, Michael, Kerry, Christopher, Max, Douglas y Rory, fue uno de los últimos miembros restantes de una generación familiar que incluía al presidente John F. Kennedy. Su familia dijo que recientemente había disfrutado viendo a muchos de sus familiares antes de enfermarse.
Hija de un millonario que se casó con el futuro senador y fiscal general en 1950, Ethel Kennedy había soportado más muertes a la edad de 40 años, para que todo el mundo lo viera, que la mayoría de las personas en toda su vida.
Ella estaba al lado de Robert F. Kennedy cuando éste recibió un disparo mortal en la cocina del Hotel Ambassador en Los Ángeles el 5 de junio de 1968, justo después de ganar las primarias presidenciales demócratas de California. Su cuñado había sido asesinado en Dallas menos de cinco años antes.
Ethel Kennedy fundó el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos poco después de la muerte de su marido y abogó por causas como el control de armas y los derechos humanos. Rara vez hablaba del asesinato de su marido.