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Los ingresos energéticos de Rusia podrían sufrir otro golpe si Ucrania no renueva un acuerdo clave de gas antes de fin de año.
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Las pérdidas podrían ascender a 6.500 millones de dólares al año para Moscú, según los cálculos de Bloomberg.
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Europa, que obtiene alrededor del 5% de su suministro de gas a través del acuerdo, también podría verse afectada.
Rusia podría terminar perdiendo miles de millones si Ucrania le da la espalda a un acuerdo para mantener el flujo de gas desde el país.
El gigante energético estatal ucraniano, Naftogaz, está a punto de renovar su contrato de gasoducto con la rusa Gazprom antes de fin de año. Las dos naciones están negociando, pero es poco probable que se llegue a un acuerdo antes de que expire el acuerdo en diciembre, lo que podría afectar a Rusia con pérdidas de hasta 6.500 millones de dólares al año, según cálculos de Bloomberg.
Poner fin al acuerdo sobre el gasoducto sería un duro golpe para el comercio de gas de Rusia, que es un salvavidas clave para la economía en un momento en que atraviesa su tercer año de guerra en Ucrania. Moscú ya ha soportado grandes pérdidas por las sanciones occidentales dirigidas a sus ventas de petróleo y gas, que se desplomaron un 24% el año pasado.
Ucrania también podría sufrir pérdidas. El país podría perder alrededor de 800 millones de dólares al año en tarifas de tránsito, según el informe, que cita estimaciones de una empresa consultora de Kiev.
La seguridad energética de Europa también podría verse afectada. El continente se ha alejado de la energía rusa en los últimos dos años, pero aún recibe gas de Rusia a través de dos gasoductos. El acuerdo que expirará a fines de año representa el 5% del flujo total de gas de Europa, agregó el informe.
Moscú, que en el pasado suministraba hasta el 40% del gas de Europa, ha reducido su flujo energético hacia Europa y ha aumentado sus exportaciones a otros lugares. Recientemente, Rusia firmó un acuerdo de gasoducto con China, que se ha convertido en uno de sus principales socios comerciales.
Sin embargo, los expertos dicen que la economía rusa sigue en una situación inestable, especialmente teniendo en cuenta los crecientes costos de su guerra contra Ucrania. El país está en peor situación financiera después de reducir sus exportaciones de gas natural al continente, según un análisis de Yale, dadas sus dificultades para vender sus suministros de energía a otras naciones sin grandes descuentos.
Lea el artículo original en Business Insider