La aquablación utiliza imágenes por cámara y ultrasonido combinadas con un software de planificación avanzado para proporcionar una vista multidimensional del área de tratamiento.
Penn State Health ofrece ahora un nuevo procedimiento quirúrgico robótico mínimamente invasivo en dos de sus hospitales para tratar el agrandamiento de próstata, también conocido como hiperplasia prostática benigna. La terapia de hidroablación es la primera y única terapia robótica guiada por imágenes y sin calor para el tratamiento de esta afección.
15 de julio de 2024
Este tratamiento avanzado está disponible en Penn State Health Milton S. Hershey Medical Center y Penn State Health Lancaster Medical Center, el único hospital en el condado de Lancaster que ofrece terapia de hidroablación.
El sistema robótico AquaBeam de Aquablation utiliza imágenes por cámara y ultrasonido combinadas con un software de planificación avanzado para brindar una vista multidimensional del área de tratamiento. Esto permite al cirujano personalizar el plan de tratamiento según la anatomía única del paciente. El monitoreo en tiempo real durante todo el procedimiento guía la eliminación precisa del tejido prostático obstructivo con un chorro de agua sin calor impulsado por la tecnología robótica. Todo el procedimiento, que se realiza mientras el paciente está bajo anestesia, generalmente demora menos de una hora.
“La hidroablación es una excelente incorporación a nuestras opciones de tratamiento para pacientes con agrandamiento de próstata”, afirmó el Dr. Jay Raman, presidente de Urología y jefe de cirugía robótica en el Centro Médico Milton S. Hershey. “Es precisa, consistente y predecible, y brinda a los pacientes un alivio a largo plazo y no tiene efectos negativos en la actividad sexual”.
La mitad de los hombres desarrollan hiperplasia benigna de próstata cuando llegan a los 50 años. La testosterona hace que esta glándula, del tamaño de una nuez, crezca de forma lenta y continua, normalmente hacia adentro, comprimiendo la base de la vejiga y la uretra. Si no se trata, esta afección puede causar problemas de salud importantes, como cálculos en la vejiga y daños irreversibles en la vejiga o los riñones, lo que da lugar a la necesidad de un catéter o diálisis.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos otorgó al sistema robótico AquaBeam la autorización de novo (una clasificación disponible para dispositivos médicos de riesgo bajo a moderado) en 2017.
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