El acné y la salud mental en los adolescentes

Coautor: Srisindhu Medukonduru y Eunice Y. Yuen, MD, Ph.D.

El acné es una afección cutánea común en todo el mundo, con una prevalencia global del 9,4 %. Curiosamente, es más frecuente en los países de altos ingresos o desarrollados que en las regiones más pobres. El problema suele desarrollarse durante la adolescencia, afecta al 85 % de los adolescentes, independientemente del sexo, y puede continuar hasta la edad adulta como una enfermedad crónica. El problema del acné va más allá de cambiar la apariencia física de una persona. En realidad, puede causar consecuencias económicas, sociales y psiquiátricas de por vida, como desempleo, falta de vida social y problemas de autoestima o imagen corporal comórbidos con depresión y ansiedad.

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No es sorprendente que el acné pueda afectar duramente a los adolescentes vulnerables. En un estudio que analizaba cómo se ven y sienten los adolescentes sobre sí mismos y cómo los demás reaccionan ante su piel, los adolescentes con acné eran percibidos con mayor frecuencia por otras personas como tímidos, estresados, solitarios, aburridos, poco saludables o rebeldes. El 64% de los adolescentes del estudio con acné se sentían avergonzados por ello, el 71% de los adolescentes con acné reportaron menor confianza en sí mismos o timidez, y el 43% mencionó tener dificultades para encontrar citas o hacer amigos. En general, estos resultados muestran que el acné tiene un efecto negativo en la forma en que los demás y las personas son percibidas por sí mismas, y por lo tanto es un gran problema de salud mental.

Causas médicas del acné

El acné puede presentarse de diferentes maneras según su gravedad, desde folículos pilosos obstruidos con grasa y células cutáneas muertas hasta lesiones graves seguidas de cicatrices, enrojecimiento de la piel e hiperpigmentación. Puede localizarse principalmente en la cara, el pecho y la espalda de adolescentes y adultos jóvenes. Según una revisión sistemática, el inicio de la pubertad, los antecedentes familiares, el tipo de piel grasa y un índice de masa corporal (IMC) alto tienen la asociación más fuerte con la aparición del acné. Estos factores genéticos y hormonales modifican la producción de sebo, una sustancia aceitosa que se libera para mantener la humedad de la piel. Desafortunadamente, la piel con altos niveles de sebo puede atraer bacterias asociadas con la formación de acné y la inflamación.Propionibacterium acnesLos factores dietéticos como los productos lácteos, el alto consumo de grasas, la carga glucémica alta y las comidas picantes pueden aumentar el riesgo de acné, mientras que el consumo elevado de frutas, verduras y pescado puede proteger contra él. Los factores personales como la falta de sueño, el estrés elevado y el uso de cosméticos se asocian con una mayor aparición de acné, y el lavado frecuente de la cara puede reducir el riesgo.

Problemas de salud mental en los adolescentes

La adolescencia es una etapa del desarrollo asociada a rápidos cambios físicos y hormonales. Una de las características más destacadas de la pubertad es el acné, junto con factores externos que exacerban los brotes, como las dificultades académicas, el miedo al fracaso y las presiones sociales. El acné se asocia con tasas más altas de enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad e incluso el suicidio entre los adolescentes. Las afecciones subclínicas, como la baja autoestima, la vergüenza, la tristeza y el aislamiento social, pueden ser generalizadas. El acné hace que los adolescentes sean más vulnerables a los problemas de salud mental cuando la apariencia física adquiere una mayor importancia para la autoestima del joven y la aceptación de los compañeros. Tener acné en áreas visibles puede recibir mensajes negativos e incluso acoso por parte de los compañeros. Además, el acné severo puede dejar cicatrices faciales permanentes. El grado de gravedad del acné tiene una fuerte correlación no solo con el bienestar psicológico de los adolescentes, sino también con la calidad de vida general, y los riesgos acumulativos a lo largo de la vida en los trastornos psiquiátricos persisten hasta la edad adulta.

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Aunque el acné afecta a la mayoría de los adolescentes, los impactos psicológicos pueden ser más significativos en las adolescentes, las minorías raciales/étnicas y las poblaciones de minorías sexuales y de género (SGM). Los estudios han descubierto que las mujeres con acné tienen mayor timidez y autoconceptos negativos que los hombres, y es más probable que sus compañeros las perciban como tímidas, estresadas e introvertidas. Un estudio transversal a nivel nacional descubrió que no había diferencias en los resultados de salud mental entre los pacientes de acné blancos y los de minorías. Sin embargo, debemos ser conscientes de la posibilidad de dolores ocultos, ya que los adolescentes de minorías pueden tener menos probabilidades de ver a un dermatólogo y recibir tratamientos adecuados para el acné. Los jóvenes de SGM tienen una base más alta de riesgos de salud mental que sus compañeros. Los efectos psicosociales del acné pueden agravarse aún más junto con o sin la discusión de los tratamientos relacionados con el género. Seamos más compasivos y apoyemos a estos jóvenes vulnerables como miembros de la familia, proveedores y comunidades.

¿Qué podemos hacer para ayudar a los adolescentes con acné?

Aunque se necesita más trabajo para abordar la salud mental de los adolescentes y el cuidado del acné, existen algunos programas interesantes. Existe una atención integrada y multidisciplinaria del acné en los servicios de salud mental, atención primaria y servicios de dermatología para abordar los problemas de salud mental de los adolescentes con acné. Se sugiere que son viables otras intervenciones innovadoras basadas en la web para apoyar la autogestión para el uso apropiado de tratamientos tópicos para el acné. Los proveedores médicos y de salud mental deben trabajar en colaboración para obtener derivaciones adecuadas.

Para adolescentes:

  • El estrés emocional puede ser un factor importante que provoque acné facial, lo que puede afectar aún más la salud mental del adolescente. El manejo del estrés es fundamental.
  • Crear una rutina diaria y semanal, como un ciclo regular de sueño-vigilia y horarios de comida, sería útil para minimizar los eventos estresantes inesperados en la vida de un adolescente.
  • Diseñar estrategias de afrontamiento creativas, como actividades extracurriculares divertidas o pasatiempos para alejarse del estrés académico, podría ser valioso.
  • Identifique personas útiles en la escuela, como consejeros, maestros o entrenadores, para hablar sobre sus sentimientos y lo que puede hacer para mejorar su situación.

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Para padres:

  • A veces, los adolescentes pueden sentirse avergonzados e incluso estigmatizados por su apariencia, por lo que no buscan ayuda y se aíslan. Los padres pueden brindar apoyo de muchas maneras.
  • Ofrezca un espacio de apoyo a través de la escucha activa y la comprensión para que los adolescentes puedan comunicar sus problemas de autoestima e imagen personal asociados con las afecciones de la piel. Sería útil que los padres se centraran en lo que los adolescentes están haciendo bien, en lugar de comentar lo que hacen mal.
  • Si es posible y asequible, lleve al adolescente a un pediatra que pueda evaluar con precisión el estado de su piel y, posiblemente, derivarlo a un dermatólogo. En algunos casos, el tiempo necesario para poder ver a un dermatólogo puede llevar algunos meses y, a veces, no es una opción realista para algunas familias.
  • Cuando los adolescentes sufren acoso escolar, ostracismo social u otras dificultades emocionales debido a sus afecciones cutáneas, no reciben apoyo y sus crecientes problemas de salud mental quedan desatendidos. En este caso, los padres deben presentar las denuncias correspondientes a la escuela o a las autoridades pertinentes.

El acné es una afección dermatológica frecuente entre los adolescentes y suele estar causada por el estrés, una alimentación poco saludable, la genética o los cambios hormonales. Estos cambios en la apariencia de los adolescentes pueden ser perjudiciales para su salud mental y su bienestar, ya que se ven a sí mismos como menos atractivos y pueden ser propensos a recibir comentarios hirientes de sus compañeros. Cuando las afecciones de la piel de los adolescentes se convierten en un problema psicológico con problemas de depresión y ansiedad, los padres pueden considerar la posibilidad de obtener ayuda de servicios de asesoramiento y salud mental. Es importante que los jóvenes reciban el apoyo de sus padres y busquen el tratamiento adecuado de la salud mental y médica.

Lecturas imprescindibles para la adolescencia

Srisindhu Medukonduru es un estudiante de último año en Independence High School, Frisco, Texas, que aspira a estudiar salud pública con la esperanza de convertirse en analista de políticas de atención médica en un esfuerzo por abordar las disparidades de salud globales.

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